Las gafas antivaho del profesor Franz de Copenhague
Con un pie en el ataúd, después de la semana más trágica de la historia económica de la democracia, la calle se pregunta qué hemos hecho para merecer esto, cómo es posible que el nuevo Gobierno en el que tantas expectativas y complacencias teníamos puestas no sólo no nos esté sacando del agujero sino que en apenas cinco meses de ejercicio parezca a punto de tener que despacharnos hacia el yermo de las almas del Fondo de Rescate Europeo o la casita de chocolate de la bruja del FMI. Como el negacionismo ya no es una alternativa ni la herencia recibida sirve de consuelo, confesemos de entrada todos nuestros pecados y problemas con sonoros golpes de pecho en forma de decálogo -que no se nos quede nada en el tintero- y veamos después cuál es el justo castigo a tanta perversidad.… Seguir leyendo »