Meditaciones de un cateto

Por Joan Tapia, periodista (EL PERIÓDICO, 26/02/06):

La OPA de Gas Natural sobre Endesa ha generado gran polémica. El marco general es el de unos mercados eléctricos europeos en transición lenta, desde julio del 2004, hacia la integración y la liberalización. Ello implica más competencia, la privatización de las grandes empresas públicas y un proceso de fusiones que nos llevará (hoy estamos lejos) a un mercado único con unas pocas empresas dominantes.
La OPA de Gas Natural (GN), bien recibida por el gobierno de Zapatero, tenía una lógica clara: sumar una empresa gasista (pequeña en Europa pero fuerte en España), que aspira a entrar en el mercado eléctrico, a una empresa eléctrica (grande en España pero menos en Europa) con presencia mínima en el sector gasista. Objetivo: crear un gran operador energético, lo que los franceses llaman un campeón nacional, que por su dimensión garantice el suministro energético en un mundo convulso, donde el desarrollo dispara la sed de energía y los países productores son pocos y difíciles (Arabia Saudí, Emiratos, Irán, Irak, Rusia, Venezuela-). Además, el peligro de monopolio interno desaparecía por las desinversiones a efectuar por la empresa fusionada. Estas ventas, necesarias para pagar la OPA, potenciarían a otros competidores como Iberdrola. Y la nueva GN aspiraría a ser el eje de un campeón europeo.

LA TESIS contraria es que ya existe una competencia entre Endesa y GN que debe llevar una baja de precios, en beneficio del consumidor, con operadores más eficaces. Y el aprovisionamiento queda garantizado por la eficiencia del mercado. Otro argumento de peso es que la fusión de dos empresas de cultura monopolista acabaría pariendo un monstruo ineficiente y nocivo para el consumidor.
Pero este debate apenas ha existido. La OPA ha sido descalificada con argumentos fantasiosos y conspirativos: que favorecía el tripartito catalán de Maragall; que era el precio de ERC por la investidura de Zapatero; o que era el pago de Montilla por los intereses de los créditos condonados de La Caixa. Ahora la contraopa debería enriquecer el debate. Pero me temo lo contrario ya que el Sumo Sacerdote de la Cruzada contra GN, Aznar, se ha apresurado a sentenciar que los descreídos con la OPA de E.ON somos "nacionalistas catetos". Como cateto convicto y confeso querría subrayar cuatro puntos, nacionalistas, por supuesto.

1.--E.ON, la primera empresa eléctrica alemana, nace de la union de dos eléctricas y una gasista. Esta fusión, rechazada por las autoridades de la competencia alemana, fue impuesta por el gobierno de Berlín, primando la tesis de la relevancia estratégica del sector. Es más, añadió un derecho de veto público de diez años. Cualquiera que comprara E.ON debería devolver los activos de la gasista Rhurgas, las dos terceras partes de la compañía. E.ON es un campeón alemán blindado que quiere ser dominante en Europa en base a la liberalización ajena. La estrategia de E.ON es tan comprensible como que España aspire a tener un E.ON propio.
2.--Excepto Gran Bretaña, en Europa el sector está muy intervenido. En Alemania, el blindaje de E.ON; en Francia, la primera empresa, Electricité de France (EDF), es propiedad estatal en un 85%.Y en Italia, el antiguo monopolio, Enel, todavía tiene un 35% de capital en manos del Estado. Esta misma semana hemos visto la tensión entre Villepin y Berlusconi por el intento de Enel de hacerse con el segundo operador francés. La misma llamada de Merkel a Zapatero confirma que no estamos en el libre mercado. Hoy por hoy, los Estados intervienen en el mercado energético por razones de seguridad. En los Estados Unidos de Bush, el Congreso vetó en agosto la compra de una pequeña petrolera californiana, Unocal (57.000 barriles día sobre un total americano de 7,3 millones), por la china CNOOC, que mejoraba la OPA de Chevron.
3.--El Estado español tiene, pues, derecho a diseñar un escenario que favorezca la existencia de empresas españolas capaces de sobrevivir en el futuro mercado europeo. Pero no es un derecho absoluto. El propio Zapatero lo ha admitido al afirmar que sólo recurrirá a la acción de oro que tiene en Endesa (hasta mediados del 2007) "en circunstancias excepcionales". Es normal que refuerce el poder de la Comisión Nacional de Energía (CNE).

SERÁ DIFÍCIL plantarse frontalmente ante las autoridades de Bruselas (que no son como las chinas). El Estado puede poner obstáculos, pero la OPA alemana sólo puede vencerse si los opantes españoles, Gas Natural y sus socios --La Caixa y Repsol--, mejoran su oferta de compra hasta cifras similares a las que ofrece E.ON. El Estado español puede querer un campeón nacional, pero el coste no lo pagarán los pequeños accionistas de Endesa ni los grandes fondos internacionales. La capacidad pulmonar, de GN (recursos financieros) será decisiva.
4.--La gestión macroeconómica del PP, entre 1996 y el 2004, fue acertada. El fallo fue una política caprichosa de privatizaciones, tendente a dar el poder empresarial a personas cercanas a la cúpula del partido. Ello impidió la formación de núcleos duros, que restan poder a los amigos designados pero que estabilizan la compañía. Lo prueba el caso de Telefónica, con la presencia del BBVA y La Caixa, y pese a Juan Villalonga. En cambio, Endesa sólo estaba blindada por el poder político; y desaparecidos Aznar y Rato, quedó a la intemperie. Ante GN o ante un gigante europeo. Y ello puede dificultar que una empresa de raíz española se sitúe entre los campeones europeos. Curiosamente con el aplauso de los que gestionaron el último tramo de la privatización de Endesa. Los mismos que lamentaban que saliera de "territorio nacional" si su sede se trasladaba a Barcelona.