Cinco razones (y media) para ser monárquico
Me refiero, claro está, a la Monarquía europea, constitucional y parlamentaria, perfectamente limitada en sus prerrogativas y definida en sus funciones por la ley; y no a otros sistemas que puedan ostentar la figura del monarca, pero que nada tienen que ver con nuestra tradición (la europea, la hispánica) ni con nuestro tiempo (el siglo XXI). Y me refiero, por otro lado, a razones de tipo histórico y sociológico, pragmáticas más que trascendentes o religiosas.
La primera razón es que una figura de esta naturaleza existe en todas las democracias similares a la española: la figura política de alguien que queda un tanto al margen de la lucha partidista y del debate parlamentario, que sirve como elementos aglutinador y moderador de la diversidad ideológica y como icono representativo y simbólico del ser nacional.… Seguir leyendo »