La emigración desde España, una migración de retorno

Tema: La gran mayoría de los que emigran desde España son migrantes que retornan a su país de origen.

Resumen: El aumento del número de españoles residiendo en el extranjero refleja la salida de nuestro país de miles de inmigrantes nacionalizados, junto con el crecimiento de la cifra de latinoamericanos de origen familiar español, nacionalizados españoles en sus países en aplicación de la Ley de la Memoria. La salida de españoles autóctonos hacia otros países es pequeña y queda superada con creces por la migración hacia España.

Análisis: En los últimos meses los medios de comunicación se han hecho eco con frecuencia de un movimiento migratorio de los españoles que algunos asemejan a la gran emigración de los años 60, cuando alrededor de millón y medio de españoles se trasladaron a la Europa más rica e industrial, con la diferencia de que en la actualidad la salida del país estaría protagonizada por los jóvenes más formados. Las quejas sobre la pérdida de “cerebros” y capacidades acompañan estos reportajes y la publicidad dada a la oferta alemana de contratación de jóvenes ingenieros españoles ha ahondado esa alarma. En el tono sombrío que caracteriza desde hace algunos años la visión de los españoles sobre su realidad y su futuro, estas noticias sobre la emigración de los jóvenes cualificados vienen a confirmar los más negros diagnósticos sobre la profundidad de la crisis.

Sin embargo, estos reportajes suelen pasar por alto un dato: la gran mayoría de los que están saliendo del país son inmigrantes que llegaron en la ola migratoria de 1998-2007, muchos de los cuales han conseguido la nacionalidad española –que los latinoamericanos pueden solicitar tras dos años de estancia legal en nuestro país y que les permitirá regresar si las condiciones de nuestro mercado de trabajo mejoran–. Sin duda, esto no contradice la frase “los españoles están emigrando”, puesto que efectivamente hay muchos ciudadanos españoles entre los que se van, pero sí afecta a su interpretación.

Las fuentes que nos permiten conocer las cifras de migración hacia el extranjero son la Estadística de Variaciones Residenciales (EVR) y el Padrón de Españoles Residentes en el Extranjero (PERE), ambas del INE. En los dos casos es posible diferenciar entre “nacidos en España” y “nacidos en el extranjero”, lo que hace posible analizar por separado a los españoles autóctonos y a los inmigrantes nacionalizados. Por otra parte, el INE elabora y publica Estimaciones de la Población Actual en las que incorpora información mensual sobre emigración e inmigración de extranjeros y españoles, aunque en este caso los datos que ofrece el INE no permiten diferenciar a los autóctonos de los nacionalizados.

De acuerdo con estos datos, a pesar de la crisis económica, España ha seguido siendo hasta finales de 2010 un país con más inmigración que emigración, con un saldo neto en ese año de 90.489 personas (inmigrantes menos emigrantes). El continuo descenso de llegadas desde el inicio de la crisis y el más suave aumento de las salidas ha producido en 2011 por primera vez un cambio de signo del saldo migratorio. Durante los primeros nueve meses de ese año, las salidas superaron a las llegadas en 55.626 personas.

Gráfico 1. Evolución de la inmigración a España y la emigración desde España
Gráfico 1. Evolución de la inmigración a España y la emigración desde España

Pero hay que resaltar que ambos flujos migratorios, el de entrada y el de salida, están protagonizados por extranjeros mientras que los españoles –y especialmente los autóctonos– juegan aquí un papel muy pequeño. Sólo un 8% de los que emigraron desde España en 2009 eran españoles autóctonos (nacidos en España), un porcentaje que se redujo al 7% en 2010: 26.675 personas sobre un total de 373.954 emigrantes. Los datos publicados por el INE no permiten hacer este desglose para 2011, pero no hay razón para suponer que la distribución entre autóctonos y el resto sea diferente a la de años anteriores.

 Gráfico 2. Total de emigrantes y emigrantes autóctonos. Fuente: Estadística de Variaciones Residenciales, INE.
Gráfico 2. Total de emigrantes y emigrantes autóctonos. Fuente: Estadística de Variaciones Residenciales, INE.

Que los inmigrantes sean los protagonistas principales de la salida migratoria desde España es consecuencia clara de la especial dureza con que el desempleo les está afectando. Según datos de la última EPA disponible (tercer trimestre del 2011), el 32,7% de los extranjeros en España está en paro, frente al 19,5% de los españoles. Estas cifras encubren además una gran diferencia según orígenes nacionales, con un desempleo muy superior en algunos grupos. Así, por ejemplo, el desempleo alcanza al 50% de los inmigrantes marroquíes.[1] Por otra parte, el desempleo entre los inmigrantes se traduce en peores condiciones de vida que las producidas por el paro entre los autóctonos: sólo una pequeña parte de los inmigrantes en desempleo ha cotizado a la Seguridad Social el tiempo suficiente como para tener derecho a cobrar el subsidio de desempleo y pocos inmigrantes cuentan en España con una red familiar con ingresos suficientes para sostener a adultos en paro.

Si el análisis se concentra en los “españoles nacidos en España”, la serie estadística muestra que su número está aumentando de forma continuada desde el año 2004, en plena etapa del boom económico y de empleo español, lo que parece indicar que su salida tiene menos que ver con la crisis actual que con el deseo de encontrar trabajos mejor remunerados, experiencias laborales más interesantes o, simplemente, con el deseo de vivir en otro país. En cualquier caso, el número sigue siendo modesto: en 2010 llegó a 26.675 personas.

Gráfico 3. Autóctonos que emigran. Fuente: Estadística de Variaciones Residenciales, INE.
Gráfico 3. Autóctonos que emigran. Fuente: Estadística de Variaciones Residenciales, INE.

En el caso del Padrón de Españoles Residentes en el Extranjero los datos muestran que el número de los españoles que residen fuera ha aumentado en algo más de 230.000 personas entre enero de 2009 (la primera cifra disponible) y enero de 2011, pero de éstos sólo 7.372 son nacidos en España, es decir, españoles autóctonos. Un aumento de 7.000 personas en dos años no parece justificar una alarma migratoria, sobre todo cuando el número de extranjeros que ha emigrado a España en ese período es mucho mayor. El aumento de las cifras del Padrón de Españoles Residentes en el Extranjero se debe en su mayoría a los países de América Latina, por la combinación de la migración de retorno de los que se han nacionalizado en España y el efecto de la Ley de Memoria. Así, excluyendo a EEUU y Canadá, en el continente americano el número de españoles ha pasado de 791.973 en 2009 a 958.431 en 2011, un aumento de 166.458 personas. En términos relativos a su población, el cambio más importante se ha producido en Cuba, donde el número de españoles se ha casi duplicado en aplicación de la Ley de la Memoria. El bajo número de éstos que nacieron en España corresponde a emigrantes españoles que llegaron a Cuba antes de la revolución castrista o bien a españoles destacados por empresas turísticas españolas en la isla.

Tabla 1. Número de españoles residentes en el extranjero

2009 2011 Aumento 2011/2009
Total 1.471.691 1.702.778 231.087
Nacidos en España 633.750 641.122 7.372

Fuente: Padrón de Españoles Residentes en el Extranjero, INE.

Tabla 2. Número de ciudadanos de nacionalidad española en Cuba

2009 2011
Total 42.592 75.433
Nacidos en Cuba 39.808 72.939
Nacidos en España 2.659 2.359

Fuente: Padrón de Españoles Residentes en el Extranjero, INE.

Respecto a la temida salida desde nuestro país de jóvenes talentos, no hay ningún dato estadístico que lo confirme. Los datos del Padrón no muestran ninguna disminución de la población joven española, más allá de la mínima reducción producida por la mortalidad habitual en esa edad. La publicitada oferta alemana para la contratación en su país de profesionales españoles se ha saldado hasta ahora con cifras modestas, básicamente por las carencias de los españoles en el idioma alemán.[2]

De hecho, a pesar de la crisis, todavía son más las entradas de migrantes a España desde los países europeos más ricos (entre ellos Alemania) que las salidas desde nuestro país hacia ellos. Así, en el año 2010 migraron a España 8.015 personas extranjeras desde Alemania y sólo 2.458 españoles hicieron el camino inverso. Y no se trata sólo de jubilados o prejubilados alemanes: la mitad de los que emigraron de Alemania a España en el año 2010 estaban entre los 25 y 54 años, en plena edad activa.

Algo semejante ocurre respecto al Reino Unido y Francia. En 2010 se desplazaron a España 15.498 extranjeros desde el Reino Unido, de ellos 6.711 entre los 25 y los 54 años de edad, mientras que sólo 4.520 españoles emigraron al Reino Unido. En el caso francés los datos de 2010 indican una llegada desde Francia de 7.838 inmigrantes (la mitad entre 25 y 54 años) y una salida de españoles hacia ese país de 3.674 personas. La misma regla se aplica a EEUU, de donde emigraron a España en 2010 4.280 personas, mientras que sólo 3.169 españoles hicieron lo contrario.

Gráfico 4. Inmigración de extranjeros hacia España y de españoles hacia estos países, 2010. Fuente: Estadística de Variaciones Residenciales, 2010.
Gráfico 4. Inmigración de extranjeros hacia España y de españoles hacia estos países, 2010. Fuente: Estadística de Variaciones Residenciales, 2010.

Conclusión: La emigración que se está produciendo desde nuestro país está protagonizada por inmigrantes que retornan a sus países de origen porque ya no encuentran en España las oportunidades laborales que vinieron buscando. Esta salida de población estuvo compensada hasta finales del 2010 por la superior entrada de nueva inmigración que, pese a la crisis económica, ha seguido llegando, básicamente por la vía de la reagrupación familiar, aunque su número se haya reducido de forma continuada desde el año 2007. En 2011 el signo se invirtió y las salidas superaron a las llegadas, siempre protagonizadas en su inmensa mayoría por extranjeros o inmigrantes nacionalizados. El aumento de españoles en el extranjero que reflejan las estadísticas se debe básicamente a esa migración de retorno de inmigrantes nacionalizados españoles y al aumento de ciudadanos españoles por la aplicación de la Ley de la Memoria en países americanos.

No hay pruebas estadísticas de que se esté produciendo una salida significativa desde nuestro país de población autóctona y los datos señalan que hay muchos más alemanes, británicos y franceses en edades activas emigrando a España, que españoles haciendo el camino contrario. Podría estar ocurriendo que los registros estadísticos (el Padrón y el PERE) no reflejasen el movimiento de salida en su magnitud real porque los españoles que emigran tienen pocos incentivos para darse de baja en el Padrón en España o para darse de alta en el Consulado del país de destino. Habrá que esperar al Censo, ahora en elaboración, para comprobarlo, pero esta duda no puede sustentar una alarma que confunde la migración de retorno con las salidas de españoles autóctonos. Por otra parte, que algunos miles de jóvenes españoles encuentren trabajo en otros países europeos es una buena noticia en cualquier circunstancia, porque ese trabajo fuera de nuestras fronteras es especialmente enriquecedor en términos de aprendizaje y de establecimiento de redes y esa movilidad laboral contribuye a formar valiosas experiencias vitales y profesionales que en definitiva benefician a sus protagonistas y al país en conjunto. Por último, esa movilidad laboral intraeuropea favorece al conjunto de Europa, cuyas instituciones intentan desde hace tiempo crear un auténtico mercado laboral interno, por ahora todavía muy débil.

Por Carmen González Enríquez, investigadora principal, Demografía, Población y Migraciones Internacionales, Real Instituto Elcano.

Notas:

[1] Colectivo Ioé (2010), “El impacto de la crisis económica en la situación laboral de los inmigrantes marroquíes en España”, Notas Socioeconómicas de Casa Árabe, nº 11/2010.

[2] La red Eures, que agrupa a los servicios públicos de empleo nacionales y regionales europeos, gestiona un programa de colaboración entre España y Alemania a través del que se canalizan las ofertas de trabajo para españoles en este país véase.

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