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Las lenguas iranias |
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...viene de la página anterior Los textos zoroástricos, escritos en su mayor parte durante los siglos IX y X de nuestra era, son de gran importancia para la comprensión de la historia religiosa del Irán preislámico. Si bien la mayor parte de estos textos fueron escritos en el período islámico y nos han llegado a través de manuscritos no anteriores al siglo XIV, estas obras derivan en algunos casos de originales sasánidas e incluso a veces del canon avéstico. Entre los más importantes cabe citar el Denkard, una verdadera summa de la religión, que conserva siete de los nueve libros originales; el Bundahishn, obra cosmogónica y cosmológica, también una derivación del Avesta; finalmente, el libro de leyes Madayan i Hazar Dadestan, el «libro de las mil resoluciones», tal vez el único texto pahlevi atribuible con seguridad al período sasánida. De entre las lenguas medioiranias orientales, en primer lugar debe mencionarse el sogdiano, que durante muchos siglos fue una lengua franca en el tramo de la ruta de la seda que
atraviesa Asia central hasta llegar al Turkestán chino. Es sobradamente conocido que el Asia central constituyó un verdadero crisol de lenguas, religiones, etnias y culturas diversas, por lo cual
no debe sorprendernos que se conserven testimonios de la lengua sogdiana en diferentes alfabetos. El verdadero y único alfabeto sogdiano —utilizado por todas las comunidades religiosas aunque
intérprete exclusivo de los textos profanos y budistas— está documentado en leyendas de monedas a partir del siglo II d.C. Los documentos esenciales más antiguos son las «Cartas antiguas» descubiertas
en la Gran Muralla China, entre Tunhuang y Loulan, fechadas en el siglo IV d. C. por W B. Henning (10). Es importante destacar también
un fragmento de la oración zoroástrica Ashem Vohu (la ley es el mejor bien), definida por I. Gershevitch (11) como «genuine Old
Sogdian of Achaemenian vintage» (genuino sogdiano antiguo de la época aqueménida), si bien se encontró en un manuscrito mucho más tardío. Entre los textos profanos hay que señalar los del archivo
del soberano Dewashtich encontrado en el Monte Mugh y los numerosos grafitos encontrados recientemente en la región superior del curso del Indo. La interesante literatura budista consta en su
mayor parte de traducciones del chino, pero el estilo vivaz de la Vessantara Jataka (una Jataka es la historia de una vida anterior de Gautama Buda) permite concluir que se trata
de una reinterpretación local. Los maniqueos y los cristianos emplearon cada uno su propio sistema de escritura. Los maniqueos utilizaron un alfabeto propio, una variante del alfabeto palmireno
según modelos arameos, para redactar volúmenes que, desgraciadamente, nos han llegado en un estado muy fragmentario, mientras que los cristianos, cuyos textos han sido hallados en su mayoría en
el monasterio nestoriano de Bulayïq, adoptaron el alfabeto siríaco. El único fragmento escrito en alfabeto brahmi se conserva en Berlín, en la colección de la Berliner Akademie der Wissenschaften. |
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