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GALERIA: 11 - 20
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11. Muchachos al avío |
"Moralistas" y "Mercaderes silvestres" pensó titular la estampa. Los contrabandistas proclaman no ser ladrones: pero "muchachos"
con avío de navaja, mondadientes, cigarro, fusil y holganza son lo que parecen y no lo que dicen. |
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12. A caza de dientes |
La superstición es dura dueña: hay quien se atreve a arrancar con sus manos los dientes de un ahorcado, por horror que le cause,
para emplearlos en bebedizos o conjuros, según se sabe desde "La Celestina". Tanto puede la ignorancia. |
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13. Estan calientes |
Parece que Goya concibió primero una escena onírica de canibalismo. Quedó en triste mofa de gentes que no tienen otra idea que
la de comer y ni aun capacidad para hablar de lo que no sea el condumio |
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14. Qué sacrificio
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Con dolor del padre, pero la boda de apalabra. El rico zambo y corcovado, aponderado por su amigo, "compra" una linda novia
que, infeliz, nada pinta en el caso. Goya firmó esta plancha, abajo, a la izquierda. |
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15. Bellos consejos
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En manos de la horrible mujeruca que cree conocer la vida porque nada ignora de sus picardías y maldades, la linda joven, promesa
de una vida en sazón, puede convertirse en la reedición de aquélla. |
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16. Dios la perdone: Y era su madre
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Se fue de casa, hizo dinero fácil con su cuerpo y despachó a la mendiga que le pidió un auxilio con una moneda y la frase de
rigor: un simple deseo que nada vale. Sin advertir que era su madre. |
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17. Bien tirada está
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Bien estirada está la media que adorna la linda pierna juvenil. Y bien tirada anda ya la muchacha que la luce, anzuelo para
los hombres que compran su belleza. |
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18. Ysele quema la casa
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La expresión bobalicona del perezoso, desaliñado e incapaz, acaso ebrio, muestra su ausencia de la vida verdadera y una inconsciencia
tal que no advierte los más graves peligros. |
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19. Todos caerán
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Un burdel bien organizado por la vieja alcahueta logra atraer y dejar sin dineros a los embobados clientes, z quienes se acaba
por sacar cuanto llevan, aunque no tuvieren intención de gastarlo. |
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20. Ya van desplumados
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Todo ha sido fingimiento: sin dineros, no hay carantoñas. Las gentes "respetables" que rigen el lupanar observan impávidas y
complacidas cuán bien marcha el negocio. |
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