Estatuilla de bronce
Museo Episcopal de Vic
Nº inventario: MEV: 8666
Bronce de fusión plana
Altura 7,7 cm.
Empúries
Formó parte de la colección Cazurro junto a otros bronces.
Presenta un buen estado de conservación, con la pátina de color verde claro.
BIBLIOGRAFIA
RODA, I., Catàleg de l'epigrafia i de l'escultura clàssiques del Museu Episcopal de Vic, Sèrie Catàlegs/2. Publicacions del Patronat d'Estudis Ausonencs, Publicacions del Museu i Biblioteca Episcopals de Vic, 1989 pp. 78-80
RODA, I., Los bronces romanos de España: Bronces Romanos de la Hispania Citerior. Ministerio de Cultura, Madrid, 1990 pp. 74-75.
La escultura representa a un actor cómico de teatro de la Comedia Nueva. Se trata de un esclavo que juega su papel en la intriga y expresa su sentido de superioridad. Las dimensiones de la máscara impiden precisar el tipo exacto. El personaje de pie y con las piernas juntas; no se se puede apreciar si lleva botines, presenta las manos cruzadas sobre el vientre. Su cabeza mira a la izquierda y el pelo forma una masa compacta alrededor de la máscara.
Sonajeros, tintinnabulum

Derecha
Museo Nacional de Arte Romano. Mérida
Cerámica
Nº inventario: 28.630
Altura 8,8 cm.
Mérida. Mediados siglo II d.C.
Este personaje, de rasgos deformes y grotescos, tal vez represente a uno de esos numerosos tipos comunes en la escena romana, modelos que exageraban tanto las faltas físicas como morales de la sociedad del momento.
Es un sonajero que representa a una figura masculina de rasgos grotescos. La pieza la forman varios elementos articulados: el cuerpo y la cabeza en hueco, las extremidades inferiores y dos apéndices superiores macizos. Conserva las dos piernas articuladas por separado, que penden del interior de la figura y actúan a manera de sonaja en la caja cónica hueca del cuerpo y la cabeza, lo que producía el deseado efecto sonoro. A ambos lados de la cabeza se sitúan dos apéndices colgantes en forma de órgano genital masculino, interpretadas como elementos fálicos.
En la parte inferior se conserva la inscripción incisa en caracteres capitales: TYDIDES. Posiblemente denomine a su propietario.
Izquierda
Museo Nacional de Arte Romano. Mérida
Cerámica
Nº inventario: 28.631
Altura 9,5 cm.
Mérida. Finales siglo I d.C.
En este caso ya no se trata de un personaje grotesco, sino que nos muestra a un niño de corta edad, a juzgar por la vestimenta que porta, la capa con capucha, cucullus, aunque también se asemeja a la casula gala, manto con capucha. Si se trata o no de un tipo o personaje teatral es complejo saberlo, en cualquier caso la obra está asociada con nitidez a los ritos y creencias mágicas, de los que el teatro no se escapaba en su afán por reflejar la más real y fidedigna estampa de aquella sociedad romana.
Sonajero que representa una figura infantil encapuchada. La pieza la componen el cuerpo campaniforme en hueco y las piernas articuladas macizas que cuelgan del interior de éste. El cuerpo haría de caja de resonancia para la sonaja, que formarían ambas piernas al golpear las paredes del cuerpo hueco.
Máscara teatral masculina
Museo Nacional de Arte Romano. Mérida.
Nº inventario: 8.399
Terracota
Altura 25 cm.
Mérida
Finales del siglo I d.C.
BIBLIOGRAFIA:
NOGALES BASARRATE, T., Espectáculos en Augusta Emerita, Monografías Emeritenses 5, Badajoz, 2000, p. 137, lam. XXIII A.
NOGALES BASARRATE, T. y CASTELLANO, M.A. Ludi Romani, Espectáculos en Hispania Romana, Mérida, 2002, p. 184.
Se trata de un personaje masculino de mediana edad, con barba ondulada y cabellos rizados. El elemento más peculiar es el gorro frigio que porta, con su inconfundible remate superior ligeramente curvado hacia adelante. Este detalle iconográfico es el que ha movido a pensar que podría tratarse de un actor encarnado a Ulises. Nada sería extraño si pensamos que los ciclos literarios y mitológicos en torno al mito de Ulises y otros personajes de la epopeya clásico gozaron de enorme fortuna y popularidad en todo el imperio romano.
La máscara, de gran calidad realizada a molde, posee dos orificios de forma almendrada en los ojos y sendas perforaciones laterales para favorecer la sujeción de la pieza. En este caso carece de orificio en la boca, como se aprecia en otras de estas máscaras. La doble condición de la obra, como pieza votiva y utilitaria, en este caso es más complicada.
Como las demás obras de esta serie en terracota, esta máscara refleja el enorme fervor hacia las actividades teatrales, ludi scaenici, que, a juzgar por los constantes documentos que nos han llegado, debieron tener los ciudadanos romanos.
Máscara teatral femenina
Museo Nacional de Arte Romano. Mérida.
Nº inventario: 8.400. 8402. 8403
Terracota
20 x 16,4 x 8 cm.
Finales siglo I d.C.
BIBLIOGRAFIA:
NOGALES BASARRATE, T., Espectáculos en Augusta Emerita, Monografías Emeritenses 5, Badajoz, 2000, p. 137, lam. XXIII B.
NOGALES BASARRATE, T. y CASTELLANO, M.A. Ludi Romani, Espectáculos en Hispania Romana, Mérida, 2002, p. 183.
Rostro femenino de mujer joven y expresión trágica. La zona superior remataba en forma de diadema, de la que sólo se conserva parte del arranque de sus laterales. Dicha diadema se componía de complejas superposiciones de elementos ovales simulando el repujado de los adornos y tocados femeninos. Existen otros fragmentos en la colección emeritense que atestiguan la diversidad y abundancia de este tipo de obras en el entorno doméstico colonial.
Los fragmentos permiten reconstruir en bastante proporción una máscara teatral trágica femenina. Se aprecian todos los detalles de su fabricación a molde, por lo que hay que pensar que no se trataba de una obra única, sino seriada, como es normal en las producciones artesanales. En la zona de los ojos y la boca llevaba perforaciones de gran tamaño, detalle que mueve a considerar su doble sentido votivo y utilitario. En los laterales de ambas sienes también lleva sendas perforaciones, algo más descuidadas y hechas antes de su cocción, pero en este caso servían para ajustar las cintas de sujeción o suspensión de la máscara. La obra se elaboraba en positivo en el molde y el negativo interno se acoplaba a la superficie de la cara del portador de la máscara.
Crátera de campana de figuras rojas
Museo Archeologico Nazionale. Nápoles
(Heydemann 1778)
Nº inventario: 82127
Arcilla naranja; barniz negro opaco; decoraciones blancas.
Altura 44 cm.; diámetro borde 43 cm.; diámetro base 15 cm.
Procedente de Paestum, descubierta durante la primera excavación de 1805, en la necrópolis de Arcioni (Paestum).
Taller de Paestum, atribuido al «Pintor de Nápoles 1778»
Año 340-330 a.C.
BIBLIOFRAFIA
HEYDEMANN, H., Die Vasensammlung des Museo Nazionale zu Neapel, Berlin, 1872.
PONTRANDOLFO, A. «Paestum» I Greci in Occidente. La Magna Grecia nelle collezioni del Museo Archeologico di Napoli (catálogo de la exposición 8/7/1996), Nápoles, 1996, pp. 16, ficha de E. Mugione.
TRNDALL, A.D., The Red-figured vases of Paestum, British School at Rome, Hertford, 1987, 2/126.
En el lado A, se representa una escena en el centro de la cual destaca un actor que lleva el característico traje de los phlyiakes, actores de la comedia fliácica, forma teatral originaria de las primeras estructuras de espectáculo de la farsa grotesca del siglo VI-V a. C., que se impuso sobre todo en la Magna Grecia, como atestiguan los característicos vasos, llamados precisamente fliácicos, por la representación de los actores, convencionalmente integrados en escenas de la vida cotidiana o mitológicas. La arqueología por consiguiente, aporta un testimonio tardío de este tipo de farsa, que se puede datar entorno al siglo IV-III a. C.
El actor bajito y rechoncho, posee el típico aspecto de phlyiake; su traje acentúa su aspecto grotesco, con rellenos postizos, un ajustado leotardo que simula el color rojo de piernas y brazos, y una corta túnica blanca, apenas ceñida en la cintura, propia no sólo de los actores fliácicos, sino de todos los actores, por lo menos hasta el periodo de la comedia antigua. Aunque los rasgos de la cara de la máscara se caracterizan por la nariz aplastada y la tupida barba, el viejo, coronado, aparece en una actitud refinada y pensativa.
El argumento de la escena está relacionado con el mundo dionisiaco, puesto que el actor tiene a su izquierda un joven Dionisio, con doble corona, desnudo, apenas tapado por un corto paño que desde los brazos desciende suavemente por la espalda, sujetando el tirso, unas coronas entrelazadas y una pátera. A su derecha hay una joven mujer, vestida con el quitón, adornada con joyas y cofia, representada mientras sujeta con elegancia un borde de la túnica postura que desentona, a propósito, con la fealdad del actor. Entre el actor y la divinidad brota desde el suelo una larga flor lanceolada, casi una firma, que aparece a menudo en la producción del ceramógrafo. En la parte alta y en la baja, la escena está delimitada por una serie de puntos blancos sobrepintados, mientras arriba se representa un festón bajopintado en carmesí con hojas de vid de color blanco. En el lado B, dos jóvenes envueltos en mantos, separados por motivos de volutas y semipalmetas.
Si bien resulta siempre osado comparar la tradición filológica de las formas de espectáculo teatral del siglo VI-V a. C., desde la farsa denominada Megarense o de Epicarmo hasta la antigua comedia Ática con las evidencias arqueológicas tardías del siglo IV a. C relativas a la farsa fliacica, parece acertado llamar la atención sobre la manera sencilla y sintética con la que el ceramógrafo ha fundido en este jarrón el elemento dramático de la figura del actor con la del dionisiaco, representado por Dionisio y por la Ménade, casi como testimonio del origen de la farsa y de la comedia con un sustrato religioso dionisiaco común.
Lo que parece faltar en esta crátera es la representación de los elementos estructurales teatrales como pueden ser un palco bajo, la escalera corta y el cortinaje, normalmente documentados en esta forma de espectáculo de hilarotragedia, que procede de la farsa fliácica y que fue ennoblecida literariamente por Rintón de Tarento, a finales del siglo III a. C.
Por lo que se refiere a la calidad pictórica del vaso, descubierto en una necrópolis local, simboliza la producción en serie de los talleres de Paestum, que fue imponiéndose a partir de la segunda mitad del siglo IV a. C., tras el innovador taller local de Assteas-Python, situado cronológicamente en el segundo cuarto del siglo IV a. C.
La denominación de «Pintor de Nápoles 1778» procede precisamente, del número del antiguo inventario de la colección de cerámica redactado por H. Heydemann.
M. L.
Crátera de campana
Staatliche Museen zu Berlin
Colección objetos de la antigüedad
Nº inventario: F 3045
Altura 32 cm.; diámetro 33,5 cm.
Adquirido en el año 1847 en Nápoles por Panofka.
Vaso ápulo de figuras rojas, que data de 380-370 a.C., Pintor Eton-Nika (Trendall)
BIBLIOFRAFIA
DE CESARE, M., Le statue in immagine: studi sulle raffugurazione di statue nella pittura vascolare greca, Roma, 1997, p. 124.
TRENDALL, A. D., Phlyax Vases. 2ª edición, Londres, 1967 (BICS Suppl. núm. 19), núm. de catálogo 21, p. 29 (con bibliografía). Lexicon Iconographicum Mythologiae Classicae VII, Munich/Zurich 1994.
Troia, Traum und Wirklichkeit. Ausstellungsführer Braunschweig, 2001, p. 36.
Se conserva parcialmente roto, pegado y con pequeñas restauraciones. En el borde superior se aprecia un kymation o cimacio lésbico pintado con trazos de contorno.
Parte delantera:
Sobre un altar ancho está sentado un anciano con vestimenta de cómico (barba blanca, falo, jitón sobre su gruesa barriga). La figura lleva una tiara que le caracteriza como rey. Levanta su mano izquierda en gesto defensivo contra un joven que también viste traje de cómico (sin barba, barrigudo, calzones estrechos y mangas). En su mano derecha blande una espada, alrededor de la izquierda lleva enrollada la clámide. A la derecha del altar aparece un laurel.
Parte trasera:
Dos jóvenes con capa, con varas, están colocados uno frente al otro; en la parte superior, un ornamento en forma de círculo. La escena de la parte delantera es interpretada como el encuentro de Príamo con Neoptólemo. Esta escena describe el final de la Guerra de Troya: tras la caída de Troya, el rey troyano Príamo, amenazado por Neoptólemo, hijo del héroe griego Aquiles, huye a un altar sagrado. No obstante, como anticipa la sangre delante del altar, él también sufrirá la misma suerte que sus compatriotas: será asesinado. Este mito fue tema de las tragedias griegas (Eurípides, Las Troyanas) y forma parte de las impresionantes representaciones del arte en relieve (como las metopas de Corfú) y de la pintura sobre vasos.
La pintura representa una parodia de este mito en forma de comedia burda. La así llamada burla fliácica, representa una típica variante romana de las comedias griegas. Las representaciones sobre los vasos sicilianos, los campanos y sobre todo los ápulos, siempre utilizan los mismos esquemas: los calzones estrechos, el falo sobredimensionado y el traje corto simulan desnudez sin pudor, las máscaras (con o sin barba, calvas, etc.) siguen los personajes de la Comedia Nueva.
U. K.
Máscara de hetera o cortesana
Arheoloski Muzej. Split. Croacia
Nº inventario: Fb 747
Terracota
11,9 x 10 cm.
Solin (antigua Salona)
Siglo I-II d.C.
Máscara encontrada en una urna, realizada en tamaño reducido siguiendo el modelo de las máscaras de tamaño normal. Sobre la cabeza lleva un gorro, bajo el cual sobresalen espesos rizos, que caen en mechones debajo de las orejas, que no se ven. Presenta la frente lisa, sin arrugas y los ojos de forma almendrada con párpados marcados, pero sin pupilas. La nariz es recta con las fosas nasales perforadas y la boca, de forma ovalada y con labios bellamente dibujados. El mentón es pequeño y correcto.
B.C.
Actor de la Comedia Nueva
Staatliche Museen zu Berlin
Colección de objetos de la antigüedad
Nº inventario: TC 7067
Terracota
12,8 x 5,5 x 4,5 cm.
Megara
Siglo II a.C.
BIBLIOGRAFIA
BIEBER, M., The History of the Greek and Roman Theater, 1961, Nueva York, ilustración 398.
Véase BIERS, W.R. y GREEN, J.R., Carrying Baggage en Antike Kunst 1998, cuaderno 2, p. 87 y ss.
La pieza se conserva intacta, con restos de engobe: azul en la capa, rojizo-marrón en los brazos y piernas, blanco en el vestido interior, rojo en la boca.
El actor con máscara de esclavo calvo está sobre una base casi cuadrada. Lleva un vestido interior corto y una capa. Su brazo izquierdo está envuelto con la capa. La mano derecha se toca la barba, que rodea la boca como si fuese un embudo. Este gesto provoca la impresión de que el esclavo está reflexionando sobre alguna cosa, llevando un saco, atado en ambos extremos sobre los hombros.
Máscara trágica y cabeza grotesca

Izquierda:
Staatliche Museen zu Berlin. Colección de objetos de la antigüedad
Nº inventario: 30219, 4
Terracota. Altura 12 cm.
De la colección L. von Gans, lugar de hallazgo desconocido.
Período helenístico.
La pieza se conserva intacta, la totalidad de la superficie muestra concreciones, por debajo aparecen restos de engobe. Huellas de rojo en la cara y en los labios, negro en las pupilas.
Esta máscara de un viejo calvo ha sido interpretada como la de un mensajero trágico. La cara delgada, con la cabeza alta, mejillas huesudas y enjutas y la boca abierta, está enmarcada por una barba blanca y rizada. Las cejas están ligeramente inclinadas hacia abajo, los ojos con mirada preocupada tienen pupilas negras y los párpados están fuertemente marcados. La nariz es extraordinariamente delgada.
Derecha:
Arheoloski Muzej. Split. Croacia
Nº inventario: Fb 236
Terracota. 3,8 x 3,1 cm.
Solin (antigua Salona)
Epoca imperial romana.
Cabeza fragmentada de cerámica con una fea expresión caricaturesca, realizada con molde en arcilla de color marrón grisáceo. Presenta cabeza calva y cejas arqueadas en la frente ligeramente arrugada, los ojos son de forma almendrada, poco marcados, y la boca abierta, inclinada hacia abajo y con labios destacados está perforada. El rostro es ancho y ovalado y los pómulos y el mentón poco visibles. De la oreja derecha se conserva sólo un fragmento, mientras que la oreja izquierda falta en su totalidad. El cuello es grueso y corto.
Fragmento de mosaico con figuras
Museo Arqueológico de Sevilla.
Nº inventario: 3879
67 x 55 cm.
Itálica (Santiponce, Sevilla)
Siglo III d.C.
BIBLIOFRAFIA
BLANCO FREIJEIRO, A., Mosaicos romanos de itálica (I), C.M.R.E, L Madrid, 1978, p. 46, lám. 54, núm. 31.
Lancha, J., « Mousa, Mousai / Musae», Lexicon Iconographicum Mithologiae Classicae VII, Munich-Zurich, 1994, pp. 1003-1030.
LUZON, J. Mª., Excavaciones en Itálica, estratigrafía del Pajar de Artillo, E.A.E, núm. 78, Madrid, 1973, pp. 5 ss.
Hallado en el lugar denominado «Pajar de Artillo», muy cerca del teatro, a principios del siglo pasado y depositado en el Museo en 1911 por el entonces director de las excavaciones de Itálica, Rodrigo Amador de los Ríos. No se conocen las circunstancias del hallazgo, pero en 1970, en una intervención arqueológica que se realizó en el mismo lugar, aparecieron camas de mosaicos a alguna de las cuales pudo pertenecer este fragmento sin que se conserven datos sobre su extracción.
Se trata de un mosaico policromo con teselas de vidrio en colores blanco, negro, azul y verde, en distintas gamas; de cerámica en amarillo y rojo vinoso; y de piedra: ocres, siena y grises. En él se observan tres figuras y parte de otra; la primera de la izquierda, femenina, viste una túnica que deja al descubierto el hombro derecho, y un manto que cae desde el hombro izquierdo. El cabello lo lleva sujeto en la frente por una tenia blanca a modo de diadema, adorno que ostenta también la figura de la derecha. A continuación se ve una cabeza que, o bien está cubierta con una máscara muy esquemática o es sólo la máscara sostenida por la mano izquierda de la figura anterior (difícil de apreciar porque la composición es muy confusa y los personajes están muy juntos).
Sigue otra figura, también vestida con túnica, manto anudado en la parte central del cuerpo, a la altura de las caderas y tocando una doble tibia constituida por una fila de teselas negras en forma oblicua. Junto a su cabeza se ve el brazo levantado de otra figura y, en la parte inferior, restos de sus vestiduras.
Está enmarcado por una doble línea rectangular de teselas negras, y, a continuación, teselas blancas como las del fondo del mosaico. Los rasgos estilísticos y técnicos de éste denotan un arte muy poco cuidado y provincial.
La iconografía de los personajes del fragmento, es difícil de precisar. Podría tratarse de una escena teatral o una representación poco esmerada de las Musas, quizá Talía y Euterpe, por la máscara y la tibia así como por la cinta blanca que adorna sus cabellos. Este tema fue muy frecuente en mosaicos en todo el Imperio a partir del siglo III d. C.
C. M. G.