El último campanero

D. Santiago Alcolea Beltrán nació el 15 de mayo de 1931 en La Puebla de Alfindén, Zaragoza.

D. Santiago es el último campanero en La Puebla. En 1994 se jubila a la edad de 63 años y se dedica exclusivamente a esta práctica. Anteriormente a esta fecha ya tocaba las campanas de forma ocasional. En la actualidad programa los toques de campana y esta comprometido con el mantenimiento del campanal.

No fue monaguillo, aprendió de mayor viendo como otros lo hacían, sobre todo recuerda cuando tocaba D. Bienvenido Salazar quien fue sacristán en tiempos pretéritos. Sus predecesores fueron: D. Francisco Corral Padro “El tío Paco el catalán” y D. Leonardo Soriano Lapuente ya fallecidos.

Dice D. Santiago: "siendo alcalde D. Carlos Moliné Fernando se electro-mecanizan las campanas dotándolas de un programa que hace que los toques sean automáticos. Era el año 1997. Desde entonces nuestras campanas ya no suenan como antes, ahora los toques son más simples y monótonos, antes de la electrificación parecía que las campanas hablaban."

El Sr. Salazar era bajo de estatura y tenía mal genio, los chicos le gastaban bromas. Para el trabajo era muy puntual y no dejaba que los monaguillos improvisaran. Repicaba desde cualquier lugar del campanario, igual tocaba con las manos que con el pie.

D. Santiago siempre ha oído el mismo nombre a las campanas, de menor a mayor: Cimbal, Horas, Mediana y Valera; describe algunas de las técnicas desaparecidas que utilizaba para tocarlas, sobre todo la de Fiesta: llegaba a tocar las tres campanas a la vez, con la técnica de bandeo, sin que se llegaran a parar, aunque reconoce mejor con dos o tres personas para no perder toques. También recuerda que solo la cuerda de la Valera llegaba hasta abajo, principalmente para el toque de misa, las demás cuerdas quedaban en el campanario para tañer repiques y señal de duelo, salvo excepciones como en la Noche de Ánimas y la campana de las Horas, sin yugo, siempre ha estado fija, también llamada campana del Reloj.

La electrificación de las campanas ha acabado con los toques tradicionales que sacristanes y campaneros han practicado desde hace siglos. En muchos lugares de Aragón esta tradición se ha heredado de padres a hijos y en ocasiones esta labor la han desempeñado todos los miembros de la familia. Muchas veces eran las mujeres las que realizaban los toques, ya que los hombres trabajaban en el campo y estaban más tiempo fuera.

Las campanas sonaron por última vez

Las campanas de la torre de la iglesia de Ntra. Sra. de la Asunción sonaron por última vez "a todo bando” en las fiestas de agosto de 1997. D. Leonardo Soriano Lapuente y D. Santiago Alcolea Beltrán fueron los campaneros.

Leonardo Soriano con la Mediana
Leonardo Soriano y Santiago Alcolea
Santiago Alcolea con la Valera