Ainielle: la lluvia amarilla
Quién te cerrará los ojos
Al aire van los recuerdos
y a los ríos las nostalgias
a los barrancos hirientes
van las piedras de tus casas
¿Quién te cerrará los ojos
tierra, cuando estés callada?
En los muros crece yedra
y en las plazas no hay solanas,
contra la lluvia y el viento
se golpean las ventanas
¿Quién te cerrará los ojos
tierra, cuando estés callada?
Sólo quedan cementerios
con las tumbas amorradas,
a una Tierra, que los muertos
siguen teniendo por suya.
¿Quién te cerrará los ojos
tierra, cuando estés callada?
Música de María José Hernández. Álbum "Las Uvas Dulces"
[Enlaces alternativos al vídeo: TV2 (Crónicas) y en este mismo servidor.]
Julio Llamazares noveló el paulatino deterioro y al fin muerte de un pueblo llamado Ainielle. Con prosa magistral y directa al corazón, el escritor nos mete en la piel del último habitante de uno de tantos pueblos abocados a su desaparición ante el avance de los tiempos. Leer el libro -La lluvia amarilla- y ver el vídeo antes de realizar la caminata les permitirá ver el pueblo no con los ojos de un excursionista sino con los de sus antiguos pobladores.
El primer paso es llegar a la población de Oliván. Como pueden comprobar en el plano, desde allí hay varios caminos que nos llevan a Ainielle. Para tomar la senda norte, dejaremos el coche en una pequeña plaza que hay justo debajo de la Iglesia. Subimos por las escaleras, giramos a la derecha, tomamos la primera calle a la izquierda y subimos por aquí hasta alcanzar una valla y después un monolito que rinde homenaje a un montañero. Desde allí, la senda ya no tiene pérdida.
Para la ruta sur, tras dejar el coche en el mismo sitio, seguimos rectos y a escasos metros tenemos la primera indicación. A partir de ahí, primero la pista forestal y después la senda se encuentran perfectamente señalizadas. Ésta, a su vez, presenta dos variantes. La primera tomando el desvío a Bergusa y la segunda continuando la pista hasta La Barruca.
Nosotros optamos por tomar la ruta sur. Encontramos un primer cruce que nos permite ir hasta Susín pero nosotros seguimos la pista. Tras andar aproximadamente una hora por pista forestal llegamos a un cruce señalizado. Abandonamos la pista para seguir por senda en dirección a Bergusa (en castellano Berbusa). Al poco, nos toparemos con el barranco de Oliván que hay que cruzar (según la época del año, es muy posible que tengamos que descalzarnos para atravesarlo). En Bergusa, otro pueblo abandonado de esta zona conocida con el nombre de Sobrepuerto, y tras recorrer sus abandonadas calles, tomamos la senda norte (cruce señalizado) para llegar finalmente a Ainielle. La duración de la ida es aproximadamente de tres horas y media.
La vuelta la hicimos por la misma senda hasta Bergusa y, una vez allí, continuamos por la senda norte en lugar de volver por la pista. Nos costó más o menos el mismo tiempo que la ida, es decir, tres horas y media. En total, con paradas y comida incluida, unas nueve horas.