Martes, 29 de mayo de 2018

Restos óseos de guerreros caídos hallados en el sitio arqueológico de Alken Enge, al este de la península de Jutlandia. © MADS DALEGAARD / MEDIEAFDELINGEN, MOESGAARD
Restos óseos de guerreros caídos hallados en el sitio arqueológico de Alken Enge, al este de la península de Jutlandia. © MADS DALEGAARD / MEDIEAFDELINGEN, MOESGAARD

Nuevas excavaciones arqueológicas en Alken Enge (Jutlandia, Dinamarca) han revelado una concentración de restos humanos en un área de 75 hectáreas. Se han descubierto un mínimo de 82 personas y, según la distribución, se cree que habría unos 380 individuos, exclusivamente hombres y predominantemente adultos.

La evidencia cronológica de radiocarbono de los huesos humanos indica que pertenecen a un único y gran hecho en el siglo I d.C. Los huesos muestran una alta frecuencia de traumas no cicatrizados provenientes de armas de bordes afilados lo que, junto con los hallazgos de equipo militar, sugiere que el hallazgo es de carácter militar.

El análisis de los cadáveres en el yacimiento danés apunta a que los cadáveres quedaron tirados sobre la tierra y fueron devorados por perros, zorros y lobos. Después. alguien volvió al lugar de la matanza, desmembró los restos y eliminó toda la carne que les quedaba. Hicieron paquetes con los huesos y los tiraron a un lago en cuyo fondo han quedado depositados hasta ahora. Los hallazgos se interpretan como los restos de un ritual.

La fecha coloca los hallazgos en el contexto de la región germánica en el pico de la expansión romana hacia el norte y proporciona la evidencia arqueológica directa más temprana de conflicto a gran escala entre las poblaciones germánicas y una demostración de prácticas posteriores a la batalla hasta ahora no conocidas.

Para más información, el artículo publicado en la revista PNAS de la Academia Nacional de Ciencias de EE UU: Direct evidence of a large Northern European Roman period martial event and post-battle corpse manipulation.