Miércoles, 20 de enero de 2021

Cuando las morsas nos rodearon, la cabaña se movía —relata Arbugaeva—
Cabaña (Enúrmino). Fotografía de Evgenia Arbugaeva

La Rusia más remota: menos del 2% de la población rusa reside en los 4,1 millones de kilómetros cuadrados de territorio al norte del círculo polar Ártico. Evgenia Arbugaeva, nacida en Tiksi (Ártico), retrata estos paisajes helados:

Se dice que desde el instante en que el Ártico se infiltra en tu interior, nunca más dejarás de oír su llamada. Yo pasé mi infancia corriendo por la tundra y contemplando la aurora boreal mientras caminaba hacia la escuela en plena noche polar, el poético nombre que reciben esos dos meses de oscuridad que no son solamente el invierno, sino también un estado mental. Hace ya muchos años que salí de mi ciudad, Tiksi, un remoto puerto marítimo de Rusia a orillas del mar de Láptev, para vivir en grandes urbes de distintos países. Pero el Ártico nunca ha dejado de llamarme. Anhelo su aislamiento y su lento ritmo de vida. En este gélido paisaje del norte, mi imaginación vuela sin obstáculos que la frenen. Todos los objetos adquieren simbolismo, todos los colores se imbuyen de significado. No soy yo misma salvo cuando estoy aquí.

Y lo mismo sienten los protagonistas de mis fotografías. A veces pienso que sus historias son como capítulos de un libro: cada uno revela un sueño diferente, pero están todos vinculados al amor por esta tierra. Está el ermitaño que se imagina estar viviendo a bordo de un barco en el mar y la joven que soñó con vivir junto a su amado en el confín del mundo; la comunidad que mantiene vivo su pasado y su futuro al seguir las tradiciones y relatar por enésima vez los mitos de sus antepasados. Y está el viejo sueño soviético de la exploración y la conquista polar. Cada sueño tiene su propia paleta cromática, su propia atmósfera. Cada persona que está aquí tiene sus propios motivos.

JODOVÁRIJA | 68,941 ° N | 53,769° E (Weather Man)

KANIN NOS | 68,657° N | 43,272° E (Kanin Nos)

  • «Traje caprichos como chocolate y fruta —dice Arbugaeva—. En el Ártico, estas pequeñas cosas son auténticos tesoros que [la meteoróloga y vigilante del faro] Evgenia Kóstikova recibió con una amplia sonrisa. Envolvió las manzanas en papel de periódico una por una, como si fuesen de cristal, para que no se congelasen».
  • «El fin del mundo», son las palabras que escribió con pintura blanca el meteorólogo y farero Iván Sivkov en este cobertizo, situado cerca de donde atraca el rompehielos que todos los veranos lleva suministros al faro y a la estación meteorológica de Kanin Nos.
  • Kóstikova y Sivkov, con su perro Dragón, toman muestras de agua para medir la salinidad del mar que rodea la península de Kanin, donde confluyen el mar Blanco y el mar de Barents.
  • La pareja se dirige hacia el faro, que en esta imagen onírica parece elevarse en el aire en medio de una fuerte ventisca. Este es uno de los pocos faros que quedan en el Ártico. Ahora están abriéndose nuevas rutas marítimas, y muchos buques cuentan hoy con modernos sistemas de navegación.
  • Kóstikova se mantiene caliente mientras lee junto aun pequeño calefactor. Cuando era niña, un amigo de la familia le contaba historias sobre la vida en el Ártico. A los 19 años entró a trabajar en su primera estación polar. Al instante supo que el Ártico era el lugar perfecto para ella.

ENÚRMINO | 66,954° N | 171,862° O (Chukotka)

DIKSON | 73,507° N | 80,525° E (Dikson)

Fuente Texto: In Russia’s far north, legends and lives are frozen in time.

Fuente Fotografías: Evgenia Arbugaeva.