León (Monasterio de San Pedro de Arlanza)
León (después de 1200)
Procedente de la sala capitular del monasterio de San Pedro de Arlanza, cerca de Burgos (Castilla y León, España).
Material: Fresco transferido a lienzo.
Dimensiones: 3,3 x 3,4 m
The Metropolitan Museum of Art (Número de inventario: 31.38.1a, b).
Al representar a este león con los músculos tensos, el pelaje erizado y la mirada intensa, el artista transmitió el poder de este gran felino que se nos muestra rugiendo. Las bestias medievales, reales o imaginarias, estaban a menudo impregnadas de un significado simbólico, como ocurre hoy en día en las fábulas de animales. Sin embargo, no siempre es posible reconstruir su intención específica en un monumento dado, y tales bestias podían ser para «deleite estético», como comentó un arzobispo del siglo XIII. Junto con otro félido, montaba guardia a la entrada de la sala capitular donde se reunían los monjes de San Pedro de Arlanza. Creado en el siglo XIII, este fresco fue ocultado por obras de renovación en el siglo XVIII, redescubierto tras un incendio en 1894, y vendido primero a un particular y luego al Museo.
El monasterio de San Pedro de Arlanza, situado entre las localidades burgalesas de Hortigüela y Covarrubias, fue fundado el año 912 por Gonzalo Fernández y se convirtió en uno de los centros monásticos más importantes del reino de Castilla. El complejo vivió largos siglos de esplendor, y con ellos numerosas ampliaciones y transformaciones arquitectónicas. Los restos más antiguos conservados corresponden a su iglesia, construida en el año 1080.
En 1835, a consecuencia de la desamortización de Mendizábal, el conjunto fue súbitamente abandonado. Se inició entonces un proceso de deterioro y saqueo, favorecido por el aislamiento del edificio. Actualmente, el monasterio consta de tres zonas principales: la iglesia, el claustro procesional y el claustro menor o de monjes. Entre los dos claustros existen una serie de estancias como son la torre de la antigua sala capitular; la crujía transversal y la sacristía; y adosada al muro norte de la iglesia una torre.
En 1931, el conjunto fue declarado Monumento Histórico-Artístico y en el período 1980-83 se iniciaron se las primeras obras de restauración. Las distintas fases de trabajo han permitido acometer la limpieza y restauración en la iglesia y los dos claustros, acondicionar los espacios de las plantas superiores con la instalación de una nueva cubierta, así como la realización de trabajos arqueológicos que han sacado a la luz elementos originales de las etapas medieval y moderna, integrados ahora en el recorrido de la visita.