Fotomicrografía o el arte de revelar lo minúsculo
Este año, el jurado del Concurso de Fotomicrografía Small World 2024 de Nikon ha examinado más de 2.000 fotografías procedentes de 80 países. El Dr. Bruno Cisterna, con la ayuda del Dr. Eric Vitriol de la Universidad de Augusta, recibió el primer premio del Concurso de Fotomicrografía Nikon Small World 2024 por su innovadora imagen de células tumorales cerebrales de ratón diferenciadas, en la que se destacan el citoesqueleto de actina, los microtúbulos y los núcleos. Esta imagen revela cómo las alteraciones del citoesqueleto celular —el marco estructural y las «autopistas» conocidas como microtúbulos— pueden provocar enfermedades como el Alzheimer y la ELA.
La investigación del Dr. Cisterna reveló que la profilina 1 (PFN1), una proteína crucial para construir la estructura celular, desempeña un papel clave en el mantenimiento de las autopistas de microtúbulos esenciales para el transporte celular. Cuando la PFN1 o los procesos relacionados con ella se alteran, estas autopistas pueden funcionar mal, provocando daños celulares similares a los que se observan en las enfermedades neurodegenerativas.
«Uno de los principales problemas de las enfermedades neurodegenerativas es que no entendemos del todo sus causas», afirma el Dr. Cisterna. «Para desarrollar tratamientos eficaces, primero tenemos que averiguar lo básico. Nuestra investigación es crucial para descubrir estos conocimientos y, en última instancia, encontrar una cura». Las células diferenciadas podrían utilizarse para estudiar cómo las mutaciones o las proteínas tóxicas que causan el Alzheimer o la ELA alteran la morfología neuronal, así como para examinar posibles fármacos o terapias génicas destinadas a proteger las neuronas o restaurar su función.»
Su paciencia y determinación fueron cruciales para captar su imagen. «Pasé unos tres meses perfeccionando el proceso de tinción para garantizar una visibilidad clara de las células. Después de dejar pasar cinco días para que las células se diferenciaran, tuve que encontrar el campo de visión correcto en el que interactuaban las células diferenciadas y las no diferenciadas. Esto me llevó unas tres horas de observación precisa al microscopio para captar el momento justo, lo que supuso muchos intentos e incontables horas de trabajo para conseguirlo».
El duro trabajo que hay detrás de este descubrimiento subraya su importancia, pues acerca a los investigadores a respuestas que podrían transformar millones de vidas. «Después de tres años de investigación, por fin publicamos nuestros hallazgos hace cuatro meses en el Journal of Cell Biology, y aún queda trabajo por hacer», afirma el Dr. Cisterna. «Soy un gran apasionado de la imagen científica; sigo el concurso Nikon Small World desde hace unos 15 años. Es un concurso increíble que destaca la belleza de la fotomicrografía, pero también inspira la exploración y la innovación continuas en este campo».