Jueves, 13 de febrero de 2025

Ritchie Valens en 1958 © Michael Ochs Archives
Ritchie Valens en 1958 © Michael Ochs Archives

En los tiempos en que los singles eran la forma dominante de lanzamiento musical, la cara B a veces irrumpía inesperadamente cuando llegaba a las ondas. Este fue el caso de Ritchie Valens, un joven de 17 años que lanzó «La Bamba», una canción folclórica tradicional mexicana que grabó al estilo del rocanrol en 1958.

Su productor, Bob Keane, dijo que la pusieron en la cara B del disco de Valens «Donna» porque «estaba toda en español y pensé: “Nadie va a poner eso”». Inesperadamente, la canción se difundió como la pólvora y la interpretación de Valens le convirtió en el primer ídolo adolescente latino de Estados Unidos. Ocho meses después, mientras estaban de gira, las vidas de Valens, Buddy Holly y «The Big Bopper» JP Richardson se vieron trágicamente truncadas por un accidente aéreo en Iowa, un día que Don McLean definió como «el día en que murió la música».

Pero, ¿qué hay de las raíces folclóricas mexicanas originales de la canción?

«La Bamba» es originaria del estado de Veracruz, en la costa del Golfo de México. Se dice que el origen de esta canción popular se remonta a los esclavos africanos traídos por los colonizadores españoles, que escaparon a las montañas y vivieron allí con los indígenas. Por eso, «La Bamba» es un excelente ejemplo de son jarocho, un estilo musical regional de Veracruz que fusiona elementos barrocos españoles, africanos occidentales e indígenas.

El género también se presta a la improvisación, ya que los cantantes personalizan los versos para adaptarlos a la ocasión; según la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos, se han documentado hasta 1.000 versos de «La Bamba».

En las versiones tradicionales de esta canción, los instrumentos se tocan con un ritmo afrocaribeño. «Está incrustado en el propio rasgueo», afirma Alexandro Hernández, etnomusicólogo de la UCLA. «Es esa conexión afrocaribeña que ha estado ahí durante cientos de años, mezclada con un poco de español y de las primeras naciones». La canción resume así la historia colonial de Veracruz y la desafiante supervivencia de las poblaciones indígenas y de África occidental durante este periodo.

Según un artículo de Life de 1945, la canción «salió de la selva» y fue introducida en los clubes nocturnos de Nueva York por el director de orquesta Everett Hoagland. El siguiente giro interesante en la trayectoria de la canción fue su adopción por Miguel Alemán Valdés en su exitosa campaña presidencial mexicana un año después. Después se hicieron un par de versiones poco conocidas antes de la exitosa versión de Valens en 1958, tras la cual artistas más famosos como Dusty Springfield y Harry Belafonte produjeron sus propias versiones.

«Para bailar la bamba, se necesita un poco de gracia». El nombre del baile, la «bamba», se cree que está relacionado con el español «bambolear», que significa «balancearse», «mecerse» o «tambalearse». El significado de la canción cobra sentido al presenciar su danza folclórica asociada, una intrincada rutina para recién casados en la que intentan atarse un lazo utilizando sólo sus pies danzantes.

Veintiocho años después de la muerte de Valens, se rodó una película biográfica sobre su vida, La Bamba, con una banda sonora grabada íntegramente por Los Lobos, un grupo de rock del este de Los Ángeles. Su versión de «La Bamba» alcanzó el número uno en 11 países, entre ellos Nueva Zelanda, Francia, Zimbabue y Estados Unidos. Esta versión se ha convertido en omnipresente, popular entre los mariachis y tocada en bodas y celebraciones de todo el mundo.

El espíritu de resistencia y alegría contra viento y marea de la canción se puso de manifiesto en 2017, cuando los contramanifestantes se enfrentaron a neonazis y supremacistas blancos en una concentración de «la vida de los blancos importa» en Tennessee. Los contramanifestantes, que superaban en número al menos en tres a uno a los asistentes a la concentración, llevaron un equipo de sonido para ahogar a los supremacistas blancos. Empezaron a tocar «La Bamba» mientras un supremacista blanco pronunciaba un discurso, eclipsándole y convirtiéndose en noticia. Trevor Noah, ex presentador de The Daily Show, describió la escena en directo y señaló una cabeza que asentía en las imágenes de las noticias, comentando: «Incluso uno de los nazis no puede evitar asentir». La siguiente concentración, que iba a celebrarse horas más tarde en las inmediaciones, se canceló entonces.

«La Bamba» sigue resonando. La versión de Valens forma parte del Salón de la Fama de los Grammy Latinos y es la única canción en lengua no inglesa que figura entre las 500 mejores de todos los tiempos según la revista Rolling Stone. La canción ha perdurado a lo largo de los siglos y ahora es innegablemente un himno de las Américas, que capta y celebra el multiculturalismo en Estados Unidos y, dentro de éste, las identidades americanas en constante evolución.

The paperback edition of ‘The Life of a Song: The stories behind 100 of the world's best-loved songs’, edited by David Cheal and Jan Dalley, is published by Chambers. Music credits: Del-Fi; Smithsonian Folkways; Mercury; M.A.T. Music Theme Licensing; Slash/Rhino/Warner.