
Era la primera pista de la cara A del álbum homónimo con el que debutó Elvis Presley en 1956. Naturalmente, muchos melómanos han asumido desde entonces que Blue Suede Shoes era original de Elvis. Sin embargo, la canción fue obra de un pionero del rock and roll menos conocido, y tuvo una génesis compleja y extrañamente cómica.
«Blue Suede Shoes» fue escrita, a regañadientes, por el cantautor de Tennessee Carl Perkins. En sus inicios, fue un cantante de country, pero las enérgicas fusiones de rock and roll y la salvaje música tradicional que salía de sus Apalaches natales pronto le valieron el apodo de Rey del Rockabilly.
Perkins firmó con Sun Records en 1954 y, al año siguiente, actuó en Arkansas con Presley y Johnny Cash. Entre bastidores, en un concierto en Parkin, Cash le contó a Perkins historias de un excéntrico personaje que había conocido en Alemania durante su servicio militar.
Cash recordaba a un sargento negro llamado CV White, cuyas iniciales significaban «Champagne Velvet». En sus noches de descanso en Múnich, White solía fantasear con que sus botas negras reglamentarias eran unos elegantes zapatos de ante azul, y advertía a todos los que se acercaban que no las pisaran.
«Deberías escribir una canción sobre eso», sugirió Cash a Perkins.
«¡Pero yo no sé nada de zapatos!», replicó Perkins.
Sin embargo, Cash había plantado una semilla. Unas semanas más tarde, tocando en un baile universitario, Perkins oyó una voz alzada: «¡Eh, no me pises los zapatos de ante!» —y vio a un estudiante iracundo amonestando a su acompañante por rozarle el calzado. Esa noche empezó a escribir «Blue Suede Shoes» en un práctico saco de patatas marrón.
Perkins empezó con una canción infantil estadounidense: «¡Uno por el dinero, dos por el espectáculo!» antes de enumerar los destinos que preferiría soportar antes de que alguien le pisara los zapatos: «Pueden derribarme, pisarme la cara...». Estas frases cómicas fueron a más: »¡Puedes quemar mi casa, robarme el coche, beberte mi licor de un viejo tarro de fruta!».
«Blue Suede Shoes» era muy divertida y fue un gran éxito. Lanzada el día de Año Nuevo de 1956, se colocó en las listas de country y Rhythm and blues, y alcanzó el número dos en la principal lista de pop de Billboard en marzo. Pero entonces la tragedia golpeó a Carl Perkins.
Cuando iba a interpretar «Blue Suede Shoes» en el programa de televisión de Perry Como, Perkins sufrió un terrible accidente de tráfico. Murió un camionero y él resultó gravemente herido. Mientras Perkins estaba en el hospital, incapaz de promocionar su sencillo, éste fue adelantado en el número uno por Elvis con el sencillo «Heartbreak Hotel».

Ese mismo mes, Presley incluyó «Blue Suede Shoes» en su álbum y su discográfica quiso lanzarla como sencillo. Al principio se resistió a competir con su amigo por las ventas, pero cedió cuando se dio cuenta de que los derechos de autor ayudarían a Perkins a recuperarse. La versión de Elvis, muy similar, alcanzó el número 20.
Inevitablemente siguieron otras versiones. Los Beatles eran grandes fans de Perkins; Paul McCartney afirmó que «si no hubiera existido Carl Perkins, no habrían existido los Beatles». John Lennon, antes de alcanzar la fama, tocó «Blue Suede Shoes» en su banda de skiffle, The Quarrymen; y en The Beatles; como solista; y con Yoko Ono en la Plastic Ono Band. Lennon también fue la voz principal en una versión improvisada de la canción durante las sesiones de «The Beatles’ Let It Be», como se muestra en el documental de Peter Jackson de 2021.
Dave Clark Five le añadió rellenos de piano maníacos. Uriah Heep la convirtió en un lúgubre delirio de rock progresivo. Motörhead se desmelenó, y el cantante Lemmy parecía hacer gárgaras con arena. Black Sabbath subió el tempo desde su habitual sopor y provocó la agradable imagen mental del cantante Ozzy Osbourne con zapatos de ante azul.
Ry Cooder le dio un toque funky a «Blue Suede Shoes» y la convirtió en uno de sus característicos alardes de destreza con la técnica slide de guitarra. La estrella francesa Johnny Hallyday puso su toque galo. Y en 2014, el acólito británico de Elvis, Cliff Richard, hizo un dueto con la voz de Presley de su éxito de 1956.
«Blue Suede Shoes» fue la primera canción de una estrella del country que vendió un millón de copias y pasó al gran público, pero siempre se asociará a Elvis Presley. Perkins reconocía estoicamente que Elvis tenía el atractivo sexual y el factor «X» de las superestrellas que él, con sus orígenes humildes, simplemente no poseía.
«Elvis lo tenía todo», dijo en entrevistas. «Tenía el aspecto, los movimientos, el manager y el talento. Elvis los impacto con las patillas, los movimientos llamativos y sin anillo en el dedo. Tenía tres hijos».
Pero al menos aprendió algo sobre zapatos.
By Ian Gittins.
La edición de bolsillo de The Life of a Song: The stories behind 100 of the world's best-loved songs, editada por David Cheal y Jan Dalley, ha sido publicada por Chambers. Music credits: Sony; Grand Avenue; Yoko Ono Lennon; Dave Clark/BMG; Warner; White Heat; Vox Rock/Sony