Naturaleza

Ryan Stalker, “Ocean Drifter”. British Wildlife Photographer of the Year 2024.
Ryan Stalker, “Ocean Drifter”. British Wildlife Photographer of the Year 2024.

La fotografía ganadora fue tomada en Dorset (Inglaterra) por Ryan Stalker y en ella podemos observar un balón de fútbol al que se ha adherido un grupo de percebes. Es imposible saber donde se inicio el viaje y cuanto tiempo, quizá años, ha transcurrido hasta llegar a la costas inglesas.

Al acceder a la página donde se muestran los ganadores, fijaros en el nombre que le dan a nuestros sabrosos percebes: Goose barnacles (percebes ganso). Tal denominación procede de un mito del S. XII según el cual existían pequeños gansos que surgían de un árbol que crecía a orillas del mar. Los frutos del aquél eran conchas marinas donde los gansos estaban encerrados. Se liberaban cuando les salían las alas: unos salían volando y otros caían al mar.

Imposible representar a la isla de La Gomera con un sola imagen. Montañas, bosques milenarios (laurisilva), tradiciones únicas (silbo)..., todo ello le han hecho merecedora del reconocimiento mundial en el ámbito de la naturaleza y su conservación.

El Gobierno de Canarias pone a disposición de los internautas la página CanariWiki donde cualquier persona puede aportar sus conocimientos. No solo ofrece información sobre la isla sino también numerosos enlaces a otras página relacionadas con aquélla.

Alex Dawson Whale bones (Tasiilaq, Greenland)
Alex Dawson: Whale bones (Tasiilaq, Greenland)

En el este de Groenlandia, los cazadores locales traen sus capturas y las comparten entre ellos. De una población estable de más de 100.000 rorcuales aliblancos en el Atlántico Norte, los cazadores de Tasiilaq suelen capturar menos de una docena. La ballena se saca a la playa durante la marea alta y muchas familias se reúnen para cortar la piel, la grasa y la carne durante la marea baja. Se consume casi toda la ballena, pero el esqueleto se devuelve al mar con la siguiente marea alta y los restos pueden encontrarse en aguas poco profundas donde diversos invertebrados marinos y peces limpian los huesos.

Comentario del juez Alex Mostaza: «Fotografiado en las condiciones más duras, un buceador a pulmón desciende por debajo de la capa de hielo de Groenlandia para dar testimonio de las ballenas sacrificadas. La magistral composición me invita a reflexionar sobre nuestro impacto en las grandes criaturas de este planeta. Desde la aparición del hombre, los animales salvajes han disminuido en un 85%. Hoy, sólo el 4% de los mamíferos son fauna salvaje, el 96% restante somos los humanos y nuestro ganado. Nuestro modo de vida debe cambiar para encontrar un equilibrio con la naturaleza».

Este 2024, el concurso ha contado con un número récord de participantes y de imágenes. La fotografía submarina vive un momento apasionante, ya que los fotógrafos están captando imágenes nuevas y sorprendentes, visitando nuevos lugares y utilizando las cámaras más modernas. Disfrute de cada una de las imágenes ganadoras (se puede descargar el Anuario con toda la información en formato PDF).

Laurent Ballesta The golden horseshoe

«The golden horseshoe»: fotografía de Laurent Ballesta tomada en las aguas protegidas de la isla de Pangatalan, Filipinas y ganadora del Wildlife Photographer of the Year 2023.

Laurent observó cómo un cangrejo de herradura de tres espinas se movía lentamente sobre el fango, buscando comida. Se fijó en el dorado caparazón protector del cangrejo y en el trío de jureles dorados juveniles, listos para lanzarse a por la comida que iba descubriendo el cangrejo a su paso.

El caparazón del cangrejo herradura esconde 12 apéndices. Un par de ellos, los quelíceros, sirven para empujar el alimento, como pequeños invertebrados o algas, hacia la boca. Los otros cinco pares se utilizan para la locomoción. Su boca se sitúa entre los apéndices, cada uno de los cuales tiene una base especializada que ayuda a triturar el alimento.

Y por cierto, no es propiamente un cangrejo sino más bien una araña.

El resto de ganadores en la distintas categorías en la página del concurso. Clic en «Edit filters» para acceder a las fotografías según distintos parámetros (años, ganadores, categoría, etc).

 

SEO BirdLife, en colaboración con el Museo del Prado, ha desarrollado con la tecnología SparkAR de Meta, un filtro de realidad aumentada en Instagram y Facebook que, desde el arte, nos acerca aves en peligro de extinción a la palma de la mano, ayudando así a comprender la importancia de proteger la biodiversidad.

Filtro para móvil en Instagram :: Facebook.

Todas la información en SEO BirdLife, donde además podéis descargar el informe Tres centinelas de salud, el Libro Rojo de las Aves de España y el libro electrónico Las aves en el Prado.

Antes de la llegada del «hombre blanco», millones de bisontes poblaban las Grandes Llanuras del Norte (América del Norte), proporcionando alimento, ropa y herramientas a los nativos americanos. Tribus como Blackfoot, Crow, Dakota, Ioway, Kiowa, Pawnee, Sioux y Cheyenne dependían en gran medida de este animal para su supervivencia.

A finales del siglo XIX, tras la expansión hacia el Oeste de miles de colonos, los bisontes estuvieron a punto de desaparecer debido a su caza indiscriminada y al comercio con su piel. El propio gobierno de EEUU alentó la matanza para despojar a los nativos de su principal fuente de subsistencia y obligarles así a trasladarse a las reservas preparadas para su confinamiento.

El actualidad, el bisonte figura en la lista roja de espacies amenazadas dentro de la categoría «casi amenazado», lo cual significa que en un futuro cercano se podría encontrar en una peor situación (Peligro Crítico, En Peligro o Vulnerable). Además, se le considera «ecológicamente extinguido», ya que no desempeña ningún papel en la biodiversidad de las praderas (más información en la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN).

Desde la prehistoria, el único lugar donde el bisonte ha vivido de forma continua es el actual Parque Nacional de Yellowstone. Durante el pasado invierno, el fotógrafo Drew Simms filmó a estos enormes mamíferos en lo más crudo del invierno: -37°F in Yellowstone National Park.

The Forest Tower. Fotografía de Orsolya Haarberg.
Fotografía de Orsolya Haarberg.

Los visitantes ascienden por la pasarela en espiral de la torre de 45 metros de altura en el amarillento otoño del Camp Adventure de Dinamarca para obtener una nueva perspectiva de los bosques de Gisselfeld. En cada vuelta que se da a cada uno de los 12 círculos hacia la cima, la naturaleza que rodea a la torre va transformándose junto con la arquitectura.

Jasper Doest: Sacred No More
Jasper Doest: Sacred No More

El macaco japonés, más conocido como «mono de las nieves», es venerado como puente entre el hombre y los dioses, pero en los últimos años se ha habituado tanto a los humanos que su población se ha multiplicado por diez. Ahora, la creciente población de monos en el campo debe asaltar las cosechas para sobrevivir, y los agricultores responden con toda clase de medios; mientras tanto, los macacos llevados a las ciudades para la industria del entretenimiento son un gran éxito entre lugareños y turistas. A pesar de su protección, ahora es legal y aceptable criar y adiestrar macacos japoneses: su vida como primates salvajes puede estar llegando a su fin.

Un frágil refugio para los elefantes de bosque
Photograph by Jasper Doest

Aunque la selva tropical del Parque Nacional de Lopé, en el centro de Gabón, es uno de los últimos refugios seguros para el elefante africano del bosque, en peligro crítico de extinción, los científicos alertan de que el cambio climático está alterando la producción de árboles frutales, una fuente de alimento fundamental para muchos mamíferos. La investigación reveló una disminución significativa de la condición corporal de los elefantes de bosque debido a un asombroso descenso del 81% en la producción de fruta en los bosques de Lopé durante los últimos 30 años.

La escasez de fruta en uno de los últimos bastiones de los elefantes de bosque africanos debería suscitar preocupación sobre la capacidad de superviviencia a largo plazo de esta especie y de otras megafaunas dependientes de la fruta, con posibles consecuencias para el funcionamiento más amplio del ecosistema y la biosfera. Esta historia es un recordatorio de que, incluso allí donde la presión humana directa es baja, las comunidades vegetales y animales pueden no estar protegidas de las sigilosas influencias del Antropoceno. Una historia que Jasper Doest ha plasmado en una serie de fotografías.