Seguimos en la Selva de Irati; en concreto en el valle de Aezkoa, donde tenemos a nuestra disposición varias rutas. Una de ellas es la S.L. NA-50C. Ambulolatz por la que atravesaremos hayedos y pastos en una ruta circular sin apenas dificultad y de gran belleza. Aquí solo os dejamos una galería de imágenes para que os hagáis una idea del recorrido. Los detalles en el enlace a la senda.
Fotografía: Miguel Moliné. Localización: Mirador de Tapia, Selva de Irati (Navarra, España). Fecha: 25/10/2022. Cámara: Nikon D780 - Distancia focal (FX): 24 mm - Diafragma: f/16 - Velocidad de obturación: 1/40s - Sensibilidad ISO: 100.
Partiendo de Ochagavía, en el corazón de la Selva de Irati, en dirección a las Casas de Irati por la NA-2012 se pasa por este alto. Bienvenidos al Mirador de Tapla, uno de esos lugares que reconforta el alma.
Fotografía: Miguel Moliné. Localización: Bosque de Zabaleta, Selva de Irati (Navarra, España). Fecha: 25/10/2022. Cámara: Nikon D780 - Distancia focal (FX): 24 mm - Diafragma: f/8 - Velocidad de obturación: 1/25s - Sensibilidad ISO: 2500.
Entre las numerosas rutas que nos ofrece la Selva de Irati, se encuentra el sendero del bosque Zabaleta (SL-NA 63A). Perfectamente señalizado y sin apenas dificultad, el camino nos llevará hasta el embalse de Irabia.
En 2022 no pudimos realizar la ruta circular alrededor del embalse debido al derrumbe del puente que permitía enlazar con el sendero el SL-NA 53C. Aunque ya entonces se informaba de que las obras para reparar el puente se acometerían pronto, lo cierto es que dos años más tarde el aviso sigue apareciendo en la página web.
Fotografía: Miguel Moliné. Localización: Bóveda Catedral de Jaca (Aragón, España). Fecha: 28/07/2022. Cámara: Nikon D780 - Distancia focal (FX): 24 mm - Diafragma: f/4.5 - Velocidad de obturación: 1/25s - Sensibilidad ISO: 32000.
A lo largo del siglo XVI se efectuaron grandes trabajos en la Catedral de Jaca, incluyendo las bóvedas de la nave central y el retablo mayor cuando ya finalizaba dicha centuria. En 1597, el notario Tadeo de Lasala en una de las memorias incluidas en sus protocolos, nos dice: En este anyo [...] se trata de hazer un retablo del altar mayor y la bobeda del ángulo de enmedio de la Seo de limosna que dan los executores del testamento del arcidiano de la camara don Damian Garces de Asin de Huesca1. Este y el sacristán Martín Íñiguez habían dejado sendas mandas para estas obras y obispo y cabildo habían tomado la decisión de realizarlas. Apareció otro mecenas: el camarero de la Seo zaragozana, don Francisco de Herbás, que fue el impulsor decidido de la obra. El 9 de junio de 1598 don Francisco escribía al capítulo jaqués informándole del cumplimiento de su encargo de negociar con el architecto Juan de Bescós la construcción de bóvedas y retablo y excusándose por el retraso en haberlo llevado a cabo.1
Tras un duro regateo, pues el maestro pedía en un principio 8000 libras jaquesas (1 libra = 20 sueldos) y asesorado por cuatro oficiales del arte, Herbás logró reducir el precio a 6300 libras: 4300 por el retablo y 2000 por las bóvedas, con un plazo de ejecución de dos años y medio. La misiva concluía solicitando la conformidad de sus colegas jaqueses y modificando la traza: el cuadro que enmarcaba la imagen de San Pedro, titular del mueble, era menor que el superior, el óculo para el Santísimo Sacramento era demasiado pequeño. Del párrafo final de la carta se desprende que Bescós había visitado la Catedral y discutido con los canónigos las grandes líneas de la obra, que el cabildo aceptó. Transmitió al concejo jaqués la misiva de Herbás y el 18 de junio los munícipes decidieron contribuir con 600 libras (casi el 10% del total). Y, como se desprende de la capitulación, concedieron asimismo la licencia para el corte de la madera necesaria para la obra.2Seguir leyendo ...
Fotografía: Miguel Moliné. Localización: Jaca (Aragón, España). Fecha: 29/01/2022. Cámara: Nikon D80 - Distancia focal (DX): 18 mm - Diafragma: f/3.5 - Velocidad de obturación: 1/60s - Sensibilidad ISO: 220.
A las calles principales relativamente amplias y rectas, confluyen otras más pequeñas en sentido perpendicular, alguna de las cuales están cubiertas. Son los llamados «Callizos», que se aprovechaban para situar habitaciones voladas, ganando así espacio para la casa. A veces servían para cobijar las largas escaleras de madera de chopo para varear oliveras. Según se cuenta, en el pasado era posible cruzar Alquézar de un extremo a otro, sin necesidad de poner un pie en la calle.
El callizo de la imagen es el llamado «Pasador de Casa Lailla». Con el transcurso del tiempo, el suelo ha quedado tan pulido que en el pueblo es conocido como «la eslizadera».
El pueblo de Anento, un municipio de España situado en la comarca natural de Campo Romanos (Zaragoza, Aragón), no alcanzaba los 100 habitantes en 2021 cuando literalmente fue invadido por miles de turistas durante los fines de semana. Las razones de tal avalancha fueron el levantamiento parcial de las restricciones impuestas por nuestros gobernantes a causa de la pandemia de COVID. Entre ellas, se nos privó de elegir libremente nuestra residencia y de circular por el territorio nacional. A pesar de tratarse de un derecho fundamental contemplado en la Constitución (art. 19), al gobierno le pareció suficiente aplicar el «estado de alarma» que en ningún caso recoge la suspensión de los derechos fundamentales. En lugar de dicha medida, hubiera sido necesario aplicar el «estado de excepción», que sí recoge dichas suspensiones (artículo trece de la Ley Orgánica 4/1981). Tanto es así que el Tribunal Constitucional declaró inconstitucional el primer estado de alarma en julio de 2021. El Gobierno actuó así porque de esa forma soslayaba las dificultades políticas y el control por parte del Parlamento que acarreaba el «estado de excepción».
Pero volvamos a Anento. Tras disminuir la gravedad de la pandemia, se produjo una desescalada gradual. En Aragón, a partir del 1 de diciembre de 2020 se pudo viajar sin restricciones por toda la provincia. Tras meses encerrados, aquéllo fue como el pistoletazo de salida en una carrera de 100 metros lisos. Miles de personas se lanzaron en busca de pueblos pintorescos, rincones de la naturaleza, entornos tranquilos,.... a donde viajar los fines de semana. Uno de esos lugares fue el pueblo de Anento. Casi un año más tarde, cuando tomé estas fotografías (septiembre de 2021), el pueblo había retomado su apacible normalidad. Les invito a descubrir el aguallueve, la Iglesia de San Blas, su castillo y por supuesto a pasear por sus calles.
Y para finalizar, una galería de fotografías del pueblo de Anento y su entorno:
Anento. Fotografía: Miguel Moliné. Fecha: Sep/2021
Anento. Fotografía: Miguel Moliné. Fecha: Sep/2021
Anento. Fotografía: Miguel Moliné. Fecha: Sep/2021
Anento. Fotografía: Miguel Moliné. Fecha: Sep/2021
Anento. Fotografía: Miguel Moliné. Fecha: Sep/2021
Anento. Fotografía: Miguel Moliné. Fecha: Sep/2021
Anento. Fotografía: Miguel Moliné. Fecha: Sep/2021
Anento. Fotografía: Miguel Moliné. Fecha: Sep/2021
Anento. Fotografía: Miguel Moliné. Fecha: Sep/2021
Anento. Fotografía: Miguel Moliné. Fecha: Sep/2021
Anento. Fotografía: Miguel Moliné. Fecha: Sep/2021
Anento. Fotografía: Miguel Moliné. Fecha: Sep/2021
Anento. Fotografía: Miguel Moliné. Fecha: Sep/2021
Anento. Fotografía: Miguel Moliné. Fecha: Sep/2021
Anento. Fotografía: Miguel Moliné. Fecha: Sep/2021
Anento. Fotografía: Miguel Moliné. Fecha: Sep/2021
Anento. Fotografía: Miguel Moliné. Fecha: Sep/2021
Anento. Fotografía: Miguel Moliné. Fecha: Sep/2021
Anento. Fotografía: Miguel Moliné. Fecha: Sep/2021
Anento. Fotografía: Miguel Moliné. Fecha: Sep/2021
Anento. Fotografía: Miguel Moliné. Fecha: Sep/2021
Anento. Fotografía: Miguel Moliné. Fecha: Sep/2021
Anento. Fotografía: Miguel Moliné. Fecha: Sep/2021
Anento. Fotografía: Miguel Moliné. Fecha: Sep/2021
Anento. Fotografía: Miguel Moliné. Fecha: Sep/2021
Anento. Fotografía: Miguel Moliné. Fecha: Sep/2021
Interior de la Iglesia de San Andrés (Abay). Fotografía: Miguel Moliné.
Abay es un pueblo situado a 775 metros de altitud, en el centro de la «corona» de Abay, en una amplia explanada entre los ríos Aragón y Lubierre sembrada de campos de cereal. Pertenece a Jaca desde 1963, aunque desde 1834 fue un municipio independiente que incorporó Aseara (1845), Banaguás y Guasillo (1862), y Araguás del Solano y Caniás (1944). En 1495, el fogaje (censo) del Reino de Aragón daba a Abay 13 fuegos. Su población creció desde finales del siglo XVIII, alcanzó 173 habitantes (1857) y se fue reduciendo hasta llegar a 24 en 1991. En 2003 tenia 53.
Su existencia está atestiguada desde el año 1030. Se conocen nombres de «seniores» (Alón, Blasco Jimenez, García Blasco) que, durante el siglo XI, detentaron en tenencia el lugar, propiedad del rey de Aragón. El conde Sancho Galíndez, señor de Atarés tuvo propiedades en Abay, que donó a Santa María de Iguácel y al monasterio de San Juan de la Peña en sus testamentos de 1063 y 1080. En cuanto a la iglesia, existe un documento en el que consta que fue donada por Ramiro I a la catedral de Jaca, pero se trata de una falsificación del siglo XII realizada con el fin de legitimar los derechos del obispado de Jaca (a finales de dicho siglo Abay dependía del obispado de Huesca-Jaca). En 1830 el lugar consta todavía como de señorío eclesiástico.
La iglesia parroquial de San Andrés es un sobrio edificio de piedra que fue restaurado y recuperado para el culto en 1990. Del primitivo templo románico, de planta poco habitual (una nave con estancia adosada al sur), se conservan los dos ábsides y el arranque de la torre (su acceso es visible en el interior). La iglesia fue ampliada a tres naves en 1575. Entonces se labró la nueva portada clasicista y se recreció la torre (dejando oculto el ábside lateral románico). En el siglo XVIII se abovedaron las naves. La iglesia alberga un pequeño museo de arte sacro en el que se exponen la teca (relicario de consagración), cruz procesional (la más antigua de Aragón) y crismón de la iglesia románica, además de una talla de la Virgen con el Niño (siglo XIII), que puede proceder de la pardina de Arnasillo, y varias pinturas murales góticas de Huértalo).
Muy cerca se levanta la ermita de la Asunción. Fue edificada en 1781, quizá sobre otra románica, con las limosnas que, según tradición, recolectaba un ciego llamado Jerónimo Piedrafita, vecino de Abay. Conserva dos buenas pinturas de fray Manuel Bayeu, datables en 1792. Nada queda de las ermitas de Santa Columba, Arnasillo y santos Cosme y Damián (pardina de San Cos). Próximo a la población, en el antiguo camino de Jaca a Berdún, se alza un bello ejemplar de crucero de piedra.
En Abay sorprende la disposición diseminada de sus edificios sobre el llano. La arquitectura muestra los usos tradicionales de la zona: construcción en piedra, tejados de losas con chimeneas troncocónicas coronadas por espantabrujas, casas con patios, bodegas y leñeros, pajares y bordas en las eras. etc. Algunas son: Casa Juan Ramón. Roldana, Benita. Bernardo (siglo XVIII), Gabriel. Juan José, Angela, Fabián, Pedro, Pelao. Pablo y Sastre. Conserva las antiguas escuelas, edificio aledaño al ayuntamiento, recuperado como Casa Social, así como el horno de pan.
Vistas desde la senda que rodea el Pico del Pacino. Fotografía: Miguel Moliné
Vistas desde la senda que rodea el Pico del Pacino. Fotografía: Miguel Moliné
Vistas desde la senda que rodea el Pico del Pacino. Fotografía: Miguel Moliné
Se trata de una excursión relativamente sencilla cuyo itinerario podéis encontrar en Wikiloc buscando con la palabra «Pacino». Si queréis recorrer el camino con un plano en la mano, podéis imprimir uno en Iberpix.
Hoy, aquí, solo voy a dejar tres fotografías tomadas a la lo largo del camino para que podáis contemplar lo que, en directo, aún es más hermoso.
En la primera de ellas, podemos ver, de izquierda a derecha, el pico de Midi d'Ossau (casi saliéndose de la imagen), un cordal que no identifico con exactitud, Peña Foratata con su caraterística silueta, y el estrecho valle por donde discurre el río Aguas Limpias; el pueblo que vemos es Formigal.
La segunda fotografía está tomada en dirección suroeste, una vez que ya hemos comenzado a dar la vuelta al pico del Pacino. Las vistas son espectaculares con el embalse de Escarra custodiado por picos que alcanzan casi los dos mil metros de altitud.
En la tercera y última, ya volviendo, vemos en primer plano el embalse de Lanuza junto al pueblo de Sallent de Gállego y justo en medio el valle del río Aguas Limpias.
Fotografía: Miguel Moliné. Localización: Laguna de Gallocanta (Aragón, España). Fecha: 29/02/2020. Cámara: Nikon D80 - Distancia focal (DX): 18 mm - Diafragma: f/9 - Velocidad de obturación: 1/125s - Sensibilidad ISO: 200.
La Laguna de Gallocanta es el mayor humedal salino de la Península Ibérica y está considerada tanto «Reserva Natural» como «Humedal de Importancia Internacional (Convenio Ramsar)». A mediados de octubre suelen llegar las primeras de las miles de grullas que, en su migración hacia el sur, hacen un alto en su viaje migratorio para alimentarse y descansar. Su número varía no solo en función de los meses sino también de los años (Censo de grulla común en la cuenca de Gallocanta Temporada 2023 -2024). Además de grullas, se pueden observar más de 300 especies migratorias casi a lo largo del todo el año.
Para la primavera y el verano visitan la zona las aves que vienen de África, mientras que en otoño e invierno son las procedentes del norte de Europa las que hacen un alto en la laguna y sus alrededores (ver ruta ornitológica).