España (Continuación)

La Agenda 21 Local es el compromiso de los pueblos y ciudades con el desarrollo sostenible, un programa universal para hacer compatible el progreso con el respeto al medio ambiente.

Tras un largo proceso, en 1992 casi doscientos paí­ses acuerdan en la Cumbre de la Tierra de Río de Janeiro suscribir un acuerdo general de carácter histórico, la llamada Agenda 21, un plan de acción hacia la sostenibilidad. Pero pronto las ciudades asumen el protagonismo de trasladarlo a su ámbito y en 1994 se celebra en la ciudad danesa de Aalborg la Conferencia Europea de Ciudades y Pueblos Sostenibles que aprueba la llamada Carta de Aalborg, el documento fundacional de la Agenda 21 Local. La importancia de este acuerdo es tal que puede afirmarse que hay un antes y un después de la Carta de Aalborg para el medio ambiente urbano, en la medida en que sus contenidos han influido decisivamente en las políticas de estado, los programas polí­ticos y, lo que es más importante, en el despertar de las comunidades locales hacia la sostenibilidad.

En junio de 2004, la Conferencia Aalborg +10 hizo balance de la primera década de aplicación de la Agenda en Europa y aprobó un nuevo documento, Construyendo el Futuro, que marcará el devenir de la gestión pública de la sostenibilidad en los próximos años. Los 21 objetivos que se propone alcanzar son, probablemente, el marco de actuación más claro y ambicioso que los municipios se hayan planteado nunca en esta materia.

La Agenda 21 Local forma ya parte del lenguaje cotidiano y de la política local. España, además, ha sido una de las grandes referencias internacionales en la implantación y desarrollo de los principios de Aalborg, gracias al papel que durante estos años han jugado los ciudadanos, las organizaciones ecologistas y los gobiernos locales de cientos de municipios en la última década (ver Ciudades A21).

La Agenda 21 Local es, además, un extraordinario precursor de la innovación en la gestión pública toda vez que su adopción requiere buscar acuerdos sociales, racionalizar procesos, introducir criterios de calidad y ofrecer nuevos estándares en la prestación de servicios.

He sopesado cuidadosamente la decisión de facilitar la dirección de la página donde se muestran imágenes dantescas de la matanza ocurrida en Madrid el 11M, y finalmente he decidido que, al menos, deberíamos verlas para decidir si resulta conveniente o inconveniente su publicación. No obstante, dejo aquí también constancia de mi opinión:

«¿Información o perversión visual? ¿conculca el derecho de las víctimas? Viejo debate que se renueva cada cierto tiempo provocando diferentes respuestas. Los medios de comunicación tienen el derecho y la obligación de informar pero si su trabajo colisiona, como en este caso, con los derechos de las víctimas y sus familiares, solo queda una salida: la publicación de determinado material debe contar siempre con el beneplácito de los afectados.»

Si alguien quiere ver las fotos están colgadas en:
(sencillamente repugnante)

FUENTE: Suplemento Babelia (11 de septiembre de 2004). Texto y enlaces por Josep M. Sarriegui.

El polaco Witold Gombrowicz desmitificó con ácida ironía la figura del escritor y, pese a ello, ingresó en el Olimpo de los grandes autores.

  • www.literatura.org/wg/wgea2.htm: "La evolución de su literatura es inseparable de su experiencia argentina", escribe Juan José Saer en La perspectiva exterior, artículo de esta recopilación de textos en castellano dedicados a Gombrowicz. De Ricardo Piglia se recoge el titulado ¿Existe la novela argentina? Borges y Gombrowicz. Además, entre otros materiales, se reúnen muchos fragmentos del autor polaco de su Diario argentino (Editorial Sudamericana, Buenos Aires, 1967).
  • La revista de cultura Lateral ofreció, en junio de 2000, una selección de la correspondencia entre Gombrowicz y su amigo Juan Carlos Gómez. Aquí se puede degustar una parte de ese fuego cruzado, "un prodigio literario que muestra la mordaz ironía del autor de Ferdydurke, a juicio de la publicación.
  • Yo y mi doble es un relato de Gombrowicz publicado en México por La Jornada Semanal en 1996. En él aborda una de las materias preferidas de Borges, el doble como espectro que bulle en el interior del escritor.
  • magicaweb.com/2004/08/02/gombrowicz/: La peripecia vital del autor de Ferdydurke durante sus largos años de estancia en Argentina. Además de la narración en castellano de su prolífica época como empleado del Banco Polaco en Buenos Aires, el sitio web, creado para la celebración de su centenario, ofrece curiosas imágenes del autor, posiblemente inéditas. También cuenta con la reproducción de documentos personales, entre ellos su solicitud de trabajo y peticiones de licencia para ausentarse durante algunas temporadas.
  • Una semblanza en español del escritor recogida en sololiteratura.com, sitio dedicado a la literatura hispanoamericana.

Mariano Gistain ha colgado en su web un mensaje del GAIA (Grupo Aragonés Irredento de Acción) realmente estupendo. Dudo mucho que los nacionalistas vascos y catalanes, deseosos de anexar territorios aragoneses, puedan comprender el humor que destila dicho mensaje. Lo dudo mucho porque para ello se requiere cierta dosis de inteligencia y los que idolatran la «patria» solo utilizan aquélla para rellenar un solo vaso, a saber, el de la nostalgia milenaria de lo que nunca existió salvo en su imaginación.

A principios de la primavera, las focas de Groenlandia de unas dos semanas de edad, cuando son destetadas y empiezan a perder el suave pelaje blanco, se convierten en objetivo legal de los cazadores. Tras unas semanas de muda durante las cuales se denominan ragged jackets («chaquetas rotas»), las jóvenes focas, ahora llamadas beaters («golpeadores») por como aporrean el agua, lucen un reluciente pelaje, principal botín de caza. En 2003 se capturaron en Canadá unos 266.000 ejemplares, la mayoría de menos de cuatro meses de edad.

Enlaces y más información en National Geographic. Si quieren enviar un mensaje de protesta por estas matanzas, el Fondo Internacional para la Protección de Animales facilita la petición en esta dirección.

Focas de Groenlandia

11 de marzo de 200411 de marzo de 200411 de marzo de 2004

Imágenes estremecedoras, aterradoras que se clavan como puñales en nuestros corazones. Imágenes que nos recuerdan la locura que campa por este mundo, ora escondida bajo la religión, ora bajo los nacionalismos étnicos. Respetemos la Ley pero seamos implacables con los responsables de esta atrocidad y con todos aquellos que inducen, protegen o disculpan el terrorismo y el genocidio.

Matanza en Madrid: ¡No os olvidaremos!, ABC, EL PAIS, EL MUNDO.

EUROPA, ESPAÑA Y LOS NACIONALISMOS:

«Wu Ming 2» finalizaba un artículo sobre Europa con una rotunda afirmación y un loable deseo: «Resultado: nadie puede remitirse a un periodo y antiguo origen, a una Tradición, a unos inicios de Europa, a un preciso territorio topográfico e ideológico con fronteras a defender y purezas a preservar. Quien lo intente está destinado a hacer el ridículo. (…) Gracias a su historia, "Europa" puede convertirse en un concepto, una visión política y social, un proyecto de comunidad humana amplio y compartido, que alude a un territorio pero supera y derriba la misma idea de territorio, patria, nación. No será fácil pero vale la pena intentarlo.» (Erebu)

Si este concepto cosmopolita puede aplicarse a Europa, más aún a España. Mientras en aquélla las poblaciones se asentaban de forma permanente en los albores de la Edad Media, Hispania acogía en su seno –y mantenía durante varios siglos más- tres culturas bien diferentes: la judía, la musulmana y la cristiana. Airear, por lo tanto, el modelo del crisol unificador –llámese éste vasco, catalán o español- tan solo demuestra la ignorancia de sus voceros en el proceso de formación de los pueblos españoles. Tales ansias unificadoras –todas ellas excluyentes- encuentran en el Estado-nación la garantía necesaria para conseguir sus propósitos. Pueden así conducir a su pueblo a la homogeneización política, social y étnica. Eso sí, la pretendida defensa de la diversidad cultural o lingüística pasa a segundo plano una vez obtenido el poder estatal y, con él, los mecanismos coercitivos propios de las democracias occidentales. Alcanzado el poder (el Estado-nación) las «otras» culturas son demonizadas y arrojadas al averno.

De ahí la insistencia de los nacionalismos en la creación de su propio Estado-nación en España o de su mantenimiento en la futura Europa; y, desde luego, esta apetencia no responde exclusivamente a factores políticos o económicos. Se trata más bien de mantener la vieja noción antropológica y ontológica de la «comunidad trascendental de origen». Esta idea, basada en la afirmación romántica de la identidad popular, nacional y territorial, ha perdido, no obstante, su sentido original. Como indica Franco Berardi (Bifo) «la desterritorialización producida por el infocapitalismo y la telemática digital han hecho entrar en crisis las identidades tradicionales y, al mismo tiempo, ha excitado como reacción las reivindicaciones de identidad. Las identidades no han desaparecido, sino que se han transformado en obsesiones reactivas, agresivas y resentidas. Lo que queda del Romanticismo aparece hoy degradado, reducido a formas nacional-populares o, peor aún, a localismo racista y comunitarismo securitario.» (Por una Europa menor)

Prueba también de esta deriva nacionalista la encontramos en los recursos educativos utilizados en defensa de sus proyectos políticos y culturales. Así, por ejemplo, la Historia que aprenden los niños en nuestro país depende principalmente de dónde y bajo que tutela política la estudien. De hecho, en algunas comunidades la manipulación histórica llega incluso al punto de ignorar por completo a España. Poco importa si España es una nación o un Estado multinacional. Por encima de ésta o cualesquiera otra consideración nacionalista, la memoria histórica no puede ni debe convertirse en arma arrojadiza contra los «otros». Desafortunadamente, la realidad es bien distinta: son teorías metahistóricas sobre la identidad nacional las que dominan el paisaje educativo español. Y así, los nacionalistas aspiran a «conseguir un espíritu nacional fuerte y unido» y a «instalar en el alma de las futuras generaciones la alegría y el orgullo de la Patria». Seguramente estas dos frases las firmarían gustosos los nacionalistas de hoy pero ambas fueron publicadas el 17 de julio de 1945 (MEN, Ley de Educación Primaria). Pregúntense ustedes: ¿hemos avanzado o retrocedido?

Pero todo ello no debe conducirnos a la dicotomía nacionalismo – antinacionalismo. No debemos olvidar que muchas personas se aferran a la identidad nacional porque define quiénes son y les ayudan a simplificar y dar sentido al mundo. Como escribe Álvarez Junco, «las naciones no se sostienen desde el punto de vista intelectual, pero son atractivas desde el existencial, como lo son las creencias mágicas o las religiones, mundo al que, en definitiva, pertenece el fenómeno nacional» (Mater Dolorosa, Taurus, 2002, pag. 17).

Pero el problema puede enmendarse si, en lugar de combatir con sus propias armas a estos patriotismos de apasionada nostalgia, reformulamos las premisas y nos declaramos no-nacionalistas. Nacionalismo español, vasco, catalán, gallego, andaluz, … todos ellos enfatizan, como valores políticos, «los derechos colectivos, la construcción nacional, la etnicidad y la nacionalidad como entidades homogéneas, propias y distintas; el no-nacionalismo afirma, por el contrario, los derechos individuales y ciudadanos, las libertades civiles, los valores cívicos (no étnicos), la ausencia de coerción nacional o nacionalista, la afirmación y defensa de la sociedad como una sociedad abierta, plural y libre.» (Juan Pablo Fusi: El no-nacionalismo).

Subrayo la palabra no-nacionalismo porque resume perfectamente un concepto sobre el que bien podríamos construir el futuro, no solo de España sino también de Europa. No se trata de negar los sentimientos de identidad; se trata de redefinir un nuevo espacio de convivencia y libertad. No-nacionalismo en cuanto superación de patria, nación y nacionalidad. De eso de trata.

Miguel Moliné Escalona (20 de diciembre de 2003)