
Martínez Compañón fue un obispo navarro, buen representante del papel fundamental desempeñado por algunos clérigos en el reformismo ilustrado del mundo hispánico. Entre 1782 y 1785 recorrió la diócesis de Trujillo, con el objetivo de conocer y obtener información sobre el estado del territorio, una información a partir de la cual idear un proyecto de fomento local que pasaría por la mejora de las condiciones de los naturales, incluyendo la creación de escuelas para niños y niñas indígenas, la creación de nuevas poblaciones o el desarrollo de la minería local con trabajadores libres, sin acudir por tanto a la mano de obra forzada de los mitayos. De esa visita resultarían más de 1.400 acuarelas que ilustraron las tareas agrícolas y ganaderas de los naturales, sus costumbres, fiestas, la música, las prácticas médicas, así como la flora y fauna local o los recursos minerales del territorio. Estas acuarelas formaban parte de una historia física, política y moral de Trujillo, planeada por Martínez Compañón, de la que no nos han llegado los textos escritos, pero sí nueve volúmenes (*) con las ilustraciones enviadas por el obispo a Madrid que se conocen como Codex Trujillo del Perú.
El obispo (de la mano de un grupo de artistas anónimos, probablemente indígenas y mestizos) no sólo ilustró en sus cientos de acuarelas a los indios en actitud laboriosa, demostrando que podían ser los súbditos útiles que requería la monarquía y el proyecto de fomento del territorio, sino que también quiso dar visibilidad a otros aspectos, como sus prácticas médicas o los logros arquitectónicos y artísticos de las culturas Inca, Chimu y Moche. Al hacerlo, ponía en cuestión los prejuicios europeos y criollos, representando en imágenes la aptitud de los naturales para la vida civil ya en el período anterior a los incas, considerados generalmente en las crónicas de la conquista como los primeros civilizadores del territorio.
[Texto: Rodríguez García, M.E., La cuestión no resuelta de la minoridad indígena en el mundo hispanoamericano. En Revista de Occidente nº 445 (Junio de 2018). Madrid, Fundación José Ortega y Gasset-Gregorio Marañón.]
(*) Las acuarelas de dos de los nueve volúmenes han sido digitalizadas conjuntamente con el aparato critico-bibliográfico que las explica y las ubica en el contexto social y en el tiempo en que fueron pintadas (Fundación del Banco Continental)