Conducta Agresiva

La probabilidad de que cualquiera de nosostros sea víctima o testigo presencial de violencia extrema es, por lo menos en España, pequeña. Pero somos diariamente testigos de tales sucesos a través de los periódicos y, especialmente, la televisión. Cuanto más espectacular es el hecho, más insistentemente preguntamos ¿por qué?.

¿Qué hace que alguien insulte, amenace, golpee, torture o mate a otra persona?. En la investigación psicológica sobre la agresión hay dos posturas básicas y de gran influencia: una de ellas considera la agresión como una forma de conducta gobernada por instintos o impulsos innatos; la otra ve la agresión como una forma de conducta que, al igual que otras conductas, se adquiere a través de la experiencia individual. Existe una tercera postura, intermedia, que integra los conceptos de impulso y aprendizaje: la hipótesis de la frustración-agresión.

Sin embargo, tal vez estas teorías deban replantear sus hipótesis a la vista de los últimos descubrimientos: Bases neurobiológicas de la agresividad.

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