Copa de sardónice con cabeza de águila

Taller helenístico ?; Belle, Josias ? : Copa de sardónice con cabeza de águila, 323 a.C. - 321 a.C. (?); Después de 1689.Taller helenístico ?; Belle, Josias ? : Copa de sardónice con cabeza de águila, 323 a.C. - 321 a.C. (?); Después de 1689.
Cincelado; Esmaltado; Tallado; Engastado.
Dimensiones: Alto: 22,7 cm; Ancho: 16,3 cm; Fondo: 13,5 cm; Peso: 842 g; Diámetro de la base: 10,7 cm.
Museo Nacional del Prado, número de catálogo O000043.


Vaso formado por tres fragmentos de ágata y cinco guarniciones de oro esmaltado. El cuerpo es una pieza antigua, con ancha guarnición de oro al borde, con un diseño esmaltado de hojarascas blancas y negras unidas por festones de cintas azules. Sobre este se apoya una cabeza de águila en esmalte blanco y negro, con el pico de oro y dos rubíes por ojos. Un grueso nudo sustenta la copa y el vástago se une al pie con otra guarnición menor que repite los diseños. Una última guarnición de cintas quebradas y semicírculos azules entreverados de hojarasca recorre el pie. Las tres guarniciones se enriquecen con sobrepuestos de rubíes, esmeraldas y diamantes. Es similar a otro vaso de la colección del Museo del Prado, el O44. Originalmente contaba con un dragón alado, de oro esmaltado y cubierto también pedrería, que servía de asa y fue robado en 1918. Verlet propuso una posible atribución al platero Josias Belle. El estado anterior al robo de 1918 se conoce por la fotografía de Juan Laurent y Minier, Coupe agate sardoine, montures d’or et argent avec pierres précieuses et émaux, XVIe siècle, règne de François II.

El recurso decorativo del pico y asa de formas animalísticas aparece también en varias piezas de la colección de Luis XIV. Dada la cantidad de vasos con sus guarniciones estilísticamente emparentadas y la documentación sobre reformas realizadas en ellos, cabe presumir que este grupo de monturas se realizaron simultáneamente para el monarca y su hijo en la década final del siglo XVII. Esto coincide con el auge de la moda de las hojarascas, propiciada en la corte gracias a series como las Louis Rupert, las del monogramista PC, activo en París hacia 1672-1676, o los motivos de cintas quebradas de Berain o Daniel Marot, artista que, expulsado tras el Edicto de Nantes, como otros tantos compatriotas, contribuyó decisivamente a la propagación del estilo clasicista francés en los Países Bajos.

El Tesoro del Delfín es un conjunto de vasos preciosos que, procedentes de la riquísima colección de Luis, gran Delfín de Francia, vinieron a España como herencia de su hijo Felipe V, primer rey de la rama borbónica española. Luis de Francia (1661-1711), hijo de Luis XIV y María Teresa de Austria, comenzó su colección tempranamente influenciado por su padre; la adquisición de obras se producía por diversas vías, desde regalos hasta su compra en subastas y almonedas. Al morir el Delfín, Felipe V (1683-1746) recibe en herencia un conjunto de vasos con sus respectivos estuches, que fueron enviados a España. En 1716 estaban en el Alcázar de Madrid, guardados en sus cajas, desde donde se trasladaron, en fecha posterior, a La Granja de San Ildefonso, lugar donde se citan a la muerte de Felipe V, conservados en la llamada Casa de las Alhajas. En 1778 se depositaron, por real orden de Carlos III, en el Real Gabinete de Historia Natural y continuaron en la institución hasta el saqueo de las tropas francesas en 1813. La devolución de las piezas se produjo dos años más tarde y con algunas pérdidas. Fue en 1839 cuando la colección llega al Real Museo, donde sufrió en 1918 un robo. Con ocasión de la Guerra Civil española fueron enviadas a Suiza regresando en 1939, con la pérdida de un vaso, desde entonces se encuentran expuestas en el edificio Villanueva.

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