Tras su anterior película (Velocity), Vadim Sherbakov vuelve a la carga con nuevas técnicas y materiales para ofrecernos un viaje por el macrocosmos.
La escenógrafa Luidmila Tregub combinó las tintas, alcohol, jabones, purpurina y otros materiales, y puso las sustancias en movimiento mientras Sherbakov captaba doce horas de metraje, del que menos del uno por ciento llegó al montaje final.
Sherbakov utilizó una Canon EOS R5, rodando en RAW 8K, lo que le dio más libertad creativa para corregir el color y graduar la película final. Además, utilizó un objetivo macro Irix 150 mm f/2,8 que le permitió conseguir unos efectos impresionantes y un centro nítido.
Nota: Aunque se puede disfrutar del cortometraje en cualquier dispositivo, los que dispongan de una pantalla 4K con HDR podrán apreciar con mayor detalle el increíble trabajo de este cineasta.