Dos rostros a recordar, dos hombres a admirar. No entendían la Democracia sin Dignidad ni ésta sin aquélla. Gutiérrez Mellado nos dejó en 1995; Adolfo Suárez hoy. Un brindis por dos hombres honestos.
23 de febrero de 1981: Gutiérrez Mellado se encara con los golpistas. Suárez permanece impertérrito ante las pistolas. El aún presidente del Gobierno intenta convencer a Tejero de que pare el Golpe de Estado. Un ujier, presente durante una parte de la conversación, toma nota de lo que se habla y años más tarde entrega las notas a Alfonso Guerra que a su vez las hace públicas:
— Suárez: "¡Explique qué locura es esta!"
— Tejero: "¡Por España, todo por España!"
— Suárez: "¡Qué vergüenza para España!. ¿Quién hay detrás de esto?, ¿Con quién puedo hablar?"
— Tejero: "No hay nada de que hablar. Sólo debe salir".
— Suárez: "¿Pero quién es el responsable?"
— Tejero: "Todos, estamos todos".
— Suárez: "Como presidente le ordeno que deponga su actitud"
— Tejero: "Usted ya no es el presidente de nadie"
— Suárez: "Le ordeno..."
— Tejero: "Yo sólo recibo órdenes de mi general"
— Suárez: "¿Qué general?"
— Tejero: "No tengo nada más que hablar"
— Suárez: "Le insisto, soy el presidente"
— Tejero: No me provoque.
— Suárez: ¡Pare esto antes de que ocurra alguna tragedia, se lo ordeno!
— Tejero: "Usted se calla. ¡Todo por España!"
— Suárez: "Le ordeno..."
— Tejero: "Callase, siéntese y usted —refiriéndose al ujier— fuera".
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(aplauso atronador) que tio!