Domingo Álvarez Enciso: El incendio del Borgo (copia)

Domingo Álvarez Enciso (Ventrosa, La Rioja, 1736 - Jerez de la Frontera, Cádiz, 1800): El incendio del Borgo (copia), 1784.

Domingo Álvarez Enciso (Ventrosa, La Rioja, 1736 - Jerez de la Frontera, Cádiz, 1800): El incendio del Borgo (copia), 1784.
Óleo sobre lienzo, 62 x 88 cm.
En el margen inferior izquierdo, pintado con pintura blanca: 48.
Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Nº Inventario: 0046.
Procedencia: Donado por el artista en 1786.
Ubicación actual del original: Stanze, Palazzo Apostolico, Ciudad del Vaticano.


Domingo Álvarez Enciso fue alumno de las clases de pintura de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando desde 1752, seis años más tarde ganó un plaza de pensionado en Roma. En 1766, gracias a la obra Diana y Endimión  fue nombrado supernumerario de la Real Academia. Dos décadas más tarde volvió a Roma, época en la que Carlos III le encarga, a través de su ministro José Nicolás de Azara, copiar los frescos de las denominadas Stanze de Rafael, pintadas por el artista de Urbino entre 1508 y 1524. En 1788, cuando todavía vivía en Roma, fue nombrado director de pintura de la Escuela de Nobles Artes de Cádiz. En 1795 fue nombrado Académico de Mérito.

Según el Liber Pontificalis, el incendio del Borgo estalló en el año 847 en el barrio enfrente a la basílica de San Pedro. León IV (pontífice desde 847 hasta 855), al impartir la bendición solemne desde la Logia de las Bendiciones, apagó milagrosamente el fuego, salvando de esta manera a la iglesia y al pueblo.

El cuadro está situado en la sala homónima del palacio. Su copia fue encargada con la mediación del citado diplomático y con el objetivo de poder estudiar los colores que no se aprecian en las estampas que reproducían la magna decoración, caso de las firmadas por Volpato: "Por este Correo dirijo a V. E. la Copia de un Quadro de Rafael de las Estancias del Vaticano, representante el Incendio de Borgo, que por mi encargo ha trabajado el Pintor Dn. Domingo Alvarez en virtud de las Ordenes del Rey, que para ello me tiene comunicadas V. E., y le he dado la gratificación que me ha parecido correspondiente" (José Nicolás de Azara, Archivo General de Simancas, Estado, Roma, leg. 4999). Archivio di Stato Roma, Leg. 234-1785, p. 10 y 34.

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