Sobrevivir en un mundo hostil como es la Naturaleza ha llevado a muchos animales a desarrollar habilidades especiales. Una de ellas es el arte de esconderse bien a través del mimetismo, bien a través del camuflaje. El primero tiene como objetivo «deformar» su cuerpo para asemejarse a otros animales, normalmente depredadores. El segundo consiste en adoptar colores y formas que se confundan con el entorno. El fotógrafo Christian Ziegler nos ofrece un buen número de ejemplos.
Un caso realmente espectacular fue grabado por el fotógrafo de la naturaleza David Weiller (ver su canal de YouTube) en la selva amazónica de Puyo (Ecuador): una oruga de la babosa mono se «disfraza» de terrible tarántula: