2013 y 2014 fueron años de proyectos y sueños que se fueron haciendo realidad poco a poco. Uno de ellos, el Camino de Santiago, arrancó como suelen surgir las pequeñas cosas, es decir, de una conversación informal. El siguiente paso fue comenzar a planificar el viaje y la primera decisión no fue sencilla ya que se trataba de decidir cuál de los muchos caminos que llevan a Santiago de Compostela era el que tomaríamos. Finalmente nos decantamos por el Camino Primitivo.
La razón principal para tomar el Camino Primitivo fue que se trata de la primera ruta de peregrinación, la más antigua. Enlaza Oviedo con Santiago de Compostela y discurre en buena parte por trazados de calzadas romanas. El primer rey peregrino fue precisamente el monarca astur-galaico Alfonso II el Casto, quien, en el primer tercio del siglo IX, quiso viajar a Santiago para confirmar que los restos que acababan de aparecer en Compostela eran realmente los del apóstol. En 2015 fue reconocido por la Unesco, junto con el Camino del Norte, como Patrimonio de la Humanidad.
Las notas que siguen a esta introducción no pretenden ser una guía del Camino sino más bien una breve narración fotográfica de aquéllos días. Si sirven de ayuda a algún otro peregrino, nos congratularemos por ello pero no es su objetivo. Nosotros llevamos una guía (Editorial Buen Camino) muy recomendable pues su autor recorre el Camino como cualquier otro peregrino y por tanto sus datos están todos contrastados.
Índice:
Asturias:
- Oviedo - Cabruñana.
- Cabruñana - Bodenaya
- Bodenaya - Campiello
- Campiello - Peñaseita
- Peñaseita - La Mesa
- La Mesa - Grandes de Salime
Galicia
El Camino de Santiago (Primitivo): Pág. 1 Pág. 2 Pág. 3