
En 1937, las Andrews Sisters eran un trío poco conocido de cantantes de Minneapolis que buscaban hacerse un nombre. Habían grabado una versión del tema de los Gershwin "Nice Work If You Can Get It" para el sello Decca, pero necesitaban una cara B. Se eligió el extravagante título de Bei Mir Bist du Schön, que significa "Para mí eres hermosa" en alemán.
La alegre letra de comedia romántica, escrita por los magos de Tin Pan Alley Sammy Cahn y Saul Chaplin, tenía la dosis justa de descaro y brío: “Of all the boys I’ve known, and I’ve known some/Until I first met you, I was lonesome/I could say bella, bella, even sehr wunderbar/Each language only helps me tell you how grand you are.”
Arreglada por Vic Schoen como un exuberante número de swing, se convirtió en una sensación de la noche a la mañana. Las tiendas de discos de todo Estados Unidos se vieron inundadas de peticiones de aquel disco llamado "My Mere Bits of Shame" o "Buy a Beer, Mr Shane".
"Bei Mir" tenía sus raíces en una canción yiddish, "Bay Mir Bistu Sheyn", compuesta por Sholom Secunda en 1932, con letra de Jacob Jacobs. Fue escrita para la comedia musical yiddish I Would If I Could (Lo haría si pudiera), que cerró tras una única temporada en el Parkway Theatre de Brooklyn. La letra incluía líneas tan dulces como: "Y aunque cojeases un poco o tuvieses las piernas de madera, te diría: 'No me molesta'".
En aquella época, en Nueva York vivían más de dos millones de personas que hablaban yiddish, y el centro de ese mundo estaba en el Lower East Side de Manhattan, donde bulliciosos teatros y cabarets ofrecían hasta 30 espectáculos por noche. En 1936, Secunda y Jacobs vendieron la canción a la Kammen Brothers Music Company por 30 dólares. Con su nuevo título germanizado y una letra (en su mayor parte) en inglés, "Bei Mir Bist du Schön" llegaría a recaudar más de 3 millones de dólares.

A finales de los años 30, grandes nombres como Ella Fitzgerald, Judy Garland y Guy Lombardo grabaron docenas de versiones; probablemente la más conocida fue el arreglo para big band de Benny Goodman, con la sublime Martha Tilton a la voz. La grabación de Goodman quedó inmortalizada en su álbum The Famous 1938 Carnegie Hall Jazz Concert.
"Bei Mir" también apareció en películas de Hollywood, como Swing! de 1938, del director Oscar Micheaux. En poco tiempo cruzó el Atlántico y se tradujo a idiomas como el francés, el sueco, el noruego y el polaco. La recepción de la canción en la Alemania nazi de 1938, donde también se convirtió en un éxito arrollador, sigue siendo un testimonio de la energía electrizante de la música swing.
Con su novedoso título, la radio alemana no tardó en hacerse eco de la canción. Aunque el jefe de propaganda Joseph Goebbels había decretado que el jazz y el swing eran "degenerados", resultaría imposible acabar con ellos porque eran muy populares entre los civiles y las tropas. En el caso de "Bei Mir", sin embargo, se prohibió inmediatamente tras el embarazoso descubrimiento de su origen yiddish.
Pero la canción fue secuestrada por la maquinaria de propaganda musical de Goebbels, Charlie y su Orquesta, que volvería a difundir canciones populares de jazz, como "Bei Mir", en las ondas aliadas, pero con una letra escabrosamente fascista: "Nuestra tierra es bella, bella, pronto será el mundo/Porque en Londres y en Nueva York se desplegaron las banderas rojas".
Después de la guerra, cuando los derechos de la canción acabaron revirtiendo a Secunda en 1961, el compositor creó un nuevo musical con el nombre de su mayor éxito, pero para entonces los prósperos teatros yiddish de antes de la guerra habían cerrado en gran parte y el swing había dado paso al bebop y al rock'n'roll.
En las décadas de 1970 y 1980, "Bei Mir" cobraría nuevos bríos, ayudado por el renacimiento de la lengua yiddish y la música klezmer. En 1993, una versión de Janis Siegel apareció en la banda sonora de la película Swing Kids, de Thomas Carter, que explora la música swing bajo el nazismo. La grabación en yiddish de Simon Spiro en 2001 con la Orquesta de Cámara de Viena capta maravillosamente el suave jugueteo de la melodía de Secunda.
En el siglo XXI han proliferado las versiones. The Hot Sardines animan el baile en su versión hot swing de 2014, mientras que la de Bette Midler (también de 2014) es alegremente retro. Las versiones electro-swing de Klaus Waldeck (2007) y Duo Stiehler/Lucaciu (2023) fusionan la música electrónica de baile con el swing a la antigua usanza, una combinación musical que sin duda haría las delicias de los compositores originales.
Fiel al espíritu exuberante de sus orígenes crossover, "Bei Mir" sigue sonando fresca hoy en día. Casi un siglo después, nos recuerda que nada envejece tan bien como la desvergonzada alegría de vivir.
Por Nicole Waldner. La edición de bolsillo de The Life of a Song: The stories behind 100 of the world's best-loved songs, editada por David Cheal y Jan Dalley, ha sido publicada por Chambers. Créditos musicales: Geffen; ATF Media; M.A.T.; Kenzo; The Restoration Project; Universal; East West/Warner; Sandra Ludewig.