En la capital del Imperio

Aunque son los norteamericanos los que llevan la fama, quienes realmente cardan la lana son los ingleses. Basta visitar su capital, Londres, para percatarse inmediatamente de ello pues toda ella rezuma historia y tradiciones por los cuatro costados.

Pero comencemos por el principio, es decir, el vuelo desde Madrid a Londres. Si alguien pensaba que el billete electrónico iba a terminar con la sobreventa estaba muy equivocado. Una terminal, la T4, funcionando a pleno rendimiento y unos magníficos aviones —volamos en un Airbus 320— no impidieron que estuviéramos a punto de quedarnos en tierra por la deleznable costumbre de vender más de la cuenta.

A los fumadores les recomiendo paciencia, mucha paciencia porque la prohibición de fumar alcanza no solo a los bares o los restaurantes sino también a lugares al aire libre (v.g., la estación de autobuses Victoria). Tengan también cuidado con el hotel pues en muchos de ellos no disponen de habitaciones de fumadores. Menos llevadero aún resulta la total y absoluta falta de pan de masa. A pesar de tratarse de un alimento básico desde la Prehistoria es casi imposible encontrarlo en Londres.

Los amantes del café, sin embargo, están de enhorabuena. Encontrará numerosos sitios donde pedir un vaso de café caliente —olvídese de tazas salvo que encuentre algún restaurante italiano—. En cuanto al té, lo siento pero no forma parte de mis bebidas favoritas.

Noria sobre el Támesis
Noria sobre el Támesis

Tampoco los aficionados a la fotografía lo tienen fácil salvo que se lleven todo el equipo, incluido el trípode y filtros. Aparte de cielos nublados durante casi todo el día, el mayor problema con el que me encontré fue el de compensar la exposición en tomas al aire libre debido a la gran cantidad de luz reflejada por las nubes. Eso sin hablar del gran número de turistas que entorpecen y limitan el encuadre. Tengan en cuenta que Londres recibe cada año más de treinta millones de visitantes entre nacionales y extranjeros. Una lástima porque, a pesar de no tratarse de una ciudad monumental, se le podría sacar mucho partido fotográfico debido a su peculiar estructura urbana y su no menos disparidad arquitectónica y cultural (nota: si desean liberar su teléfono no olviden pasarse por el barrio chino).

Vestimenta: paraguas o chubasquero siempre a mano. La lluvia puede caer en cualquier momento y sin previo aviso aunque, a falta de esos elementos, siempre podremos refugiarnos en alguna zona cubierta y aprovechar de paso para escuchar algo de música o comprar algo en el mercadillo más cercano [Fotografías: Covent Garden].

Tower Bridge
Tower Bridge

Por lo demás, Londres ofrece al visitante cientos de lugares, edificios y museos, y es totalmente imposible verlos todos aunque pasen allí 15 días. De todos ellos recomiendo un paseo por el Tamesis [Foto 1] [Foto 2] [Foto 3] [Foto 4 [Foto 5] [Foto 6] porque permite, entre otras cosas, observar los puentes que lo atraviesan.

No olviden tampoco presenciar el famoso cambio de guardia, un asunto muy serio para los ingleses aunque nosotros los españoles no acabemos de comprender muy bien tanta altanería y formalismo. Los turistas suelen acercarse para verlo al Palacio de Buckingham pero nosotros preferimos ir a la Horse Guards donde la parada se realiza a caballo. Como no permiten acercarse lo suficiente y eran muy numerosos los visitantes, preferí fotografiar al soldado que en esos momentos realizaba la guardia en la puerta de entrada. El caballo forma parte del alma inglesa y lo pueden comprobar si visitan la Torre de Londres. En este castillo se conserva una réplica en madera de los montados por sus reyes. Y sí, ahí siguen los cuervos guardianes de la Monarquía a los que se les ha cortado las alas. La prudencia obliga: si abandonaran la torre, la monarquía caería. Destaca también en este conjunto fortificado la capilla normanda (s. XI) de san Juan el Evangelista.

Casi me olvido de los parques. No es de extrañar que los londinenses se muestren orgullosos de ellos pues proporcionan a la city un remanso de paz impagable. El más famoso es Hyde Park (y su lago) pero no olviden visitar Regent's Park, donde le darán la bienvenida más de 30.000 rosas. En el primero pueden pasar un buen rato si se acercan a Speakers' Corner donde los "charlatanes" hacen las delicias de propios y extraños. Y tanto en estos dos como en cualquier otro podrán disfrutar dando de comer a las confiadas ardillas.

Podríamos seguir contando muchas cosas como, por ejemplo, la ausencia de contenedores —¿no reciclan?— , las multas o la elegancia de sus pubs pero creo que ya es suficiente :-)

Les dejo para finalizar dos fotografías de San Pablo, el coro y la cúpula.

Saint Paul's Cathedral (cúpula)
Saint Paul's Cathedral (cúpula)

Fotografías: © Miguel Moliné Escalona

6 comentarios


  1. En Londres se cuenta sin embargo que el cambio de guardia es una ceremonia inventada para la educación moral de el trabajador-turista carpetovetónico.

    Responder

  2. Tal vez sea así, no lo se, pero puedo asegurarte que los regimientos británicos conservan tradiciones de hace más de doscientos años. Además, son extremadamente meticulosos y rodean de gran formalidad aspectos muy nimios.
    La parada en si misma no tiene nada de atractiva pues no en vano es un simple relevo de la guardia. Sin embargo, me gustaría conocer sus métodos de entrenamiento pues resulta bastante difícil conseguir que un caballo se sitúe en una puerta y se mantenga allí parado durante un largo tiempo.

    Responder

  3. Me encantaría comentar muchas de las observaciones que haces de Londres, pero bueno como el tiempo apremia, solamente decirte que si que reciclan, no tienen contenedores comunes sino que en cada casa tienen sus propios contenedores individuales de basura, para basura orgánica, plástico, papel y vidrio y la recogida se hace diferentes dias de la semana, no se suelen ver ya que la gente saca el contenedor a última hora de la noche y lo recoge muy prontito por la mañana. Un saludo

    Responder

  4. Gracias por el comentario, Sara. La verdad es que paseamos por las calles de Londres a altas horas de la noche y nunca vimos un solo contenedor y de ahí mi pregunta. En cuanto a recoger la basura, nos comentaron que no era diaria sino dos o tres veces a la semana.
    Lo cierto es que me pareció una ciudad muy limpia a pesar del número de habitantes y de turistas que se mueven por allí.
    Y bueno... por contar, se podían contar muchas cosas de Londres. Tantas que podría escribirse un libro :-)
    Un saludo.

    Responder

  5. ¿Cómo tiraste las fotos de San Pablo?. No dejan hacer fotografías.
    Y por curiosidad, las fotos que haces tienen calidad, ¿qué cámara usas y que programa de revelado?
    muchas gracias y enhorabuena por tu gran página

    Responder

  6. Hola JPE: lo de las fotos de San Pablo mejor no te lo cuento :-)

    La cámara es una Nikon D-80 y la verdad es que estoy obteniendo grandes resultados con ellos. Al principio me costó un poco porque estaba acostumbrado a las reflex "analógicas" pero ahora ya me he hecho con la nueva cámara.
    Un saludo y gracias por tu comentario.

    Responder

Responder a trevor Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *