Los residuos de las minas depositados en la superficie son a menudo inestables y pueden provocar flujos de contaminación. Los suelos de minas con metales, por ejemplo, a causa de sus propiedades físico-químicas, suelen tener una falta de materia orgánica y nutrientes que inhibe los procesos de formación de suelo y de crecimiento de las plantas. En el caso de los metales pesados (principalmente Cu, Pb, Ni y Zn) la diversidad y actividad de los microorganismos edáficos también se ve drásticamente afectada.
En el artículo «Ecological restoration of mine degraded soils, with emphasis on metal contaminated soils», M. H. Wong, realiza una interesante revisión de las dificultades y posibilidades de restaurar los suelos de minas contaminados por metales, destacando algunas técnicas de la fitoremediación como procesos clave [Chemosphere 2003; 50 (6): 775- 778].
Básicamente, existen dos tipos de fitoremediación aplicables a los suelos contaminados por metales pesados: la fitoestabilización y la fitoextracción. La fitoestabilización se utiliza en los suelos donde la gran cantidad de contaminantes imposibilita la fitoextracción, y se basa en el uso de plantas tolerantes a los metales para inmovilizarlos a través de su absorción y acumulación en las raíces o precipitación en la rizosfera, reduciendo así su movilidad y su biodisponibilidad para otras plantas o microorganismos.
Por otra parte, la fitoextracción, también conocida como fitoacumulación, consiste en la absorción y translocación de los metales desde las raíces hasta las partes aéreas de las plantas, que posteriormente se cortarán y serán incineradas o bien acumuladas con el objetivo de reciclar los metales. Las plantas adecuadas para llevar a cabo acciones de este tipo deben cumplir algunas características como la tolerancia al metal que se desea eliminar (plantas hiperacumuladoras), que la acumulación se produzca fundamentalmente en la parte aérea de la planta, y que presenten un rápido crecimiento, así como una alta producción de biomasa en la parte aérea. Una de las líneas de investigación actuales es la transferencia y mejora de los genes de estas plantas hiperacumuladoras.
En definitiva, de los diversos ejemplos del artículo se desprende que cada situación requiere diferentes especies de plantas y que para conseguir una vegetación auto-sostenible en zonas contaminadas por metales es esencial escoger plantas tolerantes a metales específicos, a la sequía y a la falta de nutrientes. Los autores destacan que añadir enmiendas de suelos es esencial para facilitar el establecimiento y colonización de estas plantas pioneras, y que la plantación de diferentes especies de hierba junto con la rotación con legumbres y especies nativas ayuda a restablecer la fertilidad del suelo y a acelerar la sucesión ecológica.