Guerra Civil española

El historiador Guillermo Gortázar, en la biblioteca de su domicilio donostiarra
El historiador Guillermo Gortázar, en la biblioteca de su domicilio donostiarra

El historiador Guillermo Gortázar (Vitoria, 1951) aborda en 'Un veraneo de muerte-San Sebastián, 1936' un relato polifónico de los 57 días que transcurrieron entre el golpe de estado y la toma de la ciudad por las tropas franquistas. Unos días de «dominio revolucionario» que considera «un trasunto de lo que luego ocurrió durante dos años en el resto de España». Gortázar, que fue diputado durante tres legislaturas, afirma que ha escrito esta obra para «demostrar lo terrible que es levantar muros y hacer procesos políticos de polarización».

– ¿Cuál fue la chispa que le animó a escribir este libro?

– Básicamente, el hecho de que un día que iba al Náutico me paré a ver los nombres que figuraban en el monumentos a las víctimas de la Guerra Civil y observé que el alcalde, Eneko Goia, debe rectificarlo, ampliarlo o retirarlo porque incumple la Ley de Memoria Democrática ya que están ausentes 252 donostiarras vilmente asesinados entre el 18 de julio y el 23 de septiembre de 1936. La ley no hace distingos entre unas víctimas y otras.

– ¿Hay algún otro monumento en San Sebastián que recuerde a esas 252 víctimas?

– Ninguno. Había un monolito sin nombres en la antigua cárcel de Ondarreta, pero se retiró.

– ¿Ha intentado pasar a limpio una historia ya contada, pero poco conocida?

– Es un libro único en la literatura reciente de la Guerra Civil porque no es un relato de Guillermo Gortázar o el de un general, sino que cincuenta o sesenta protagonistas de la calle, algunos dirigentes políticos, otros ciudadanos, que cuentan sus vivencias en cuarenta capítulos que se pueden leer de forma independiente. Y sin discriminación ideológica: hay falangistas, anarquistas, comunistas, nacionalistas, sindicalistas del PSOE... Todos ellos cuentan cómo vivieron esos 57 días y dejo que el lector saque las conclusiones.

– ¿Cómo ha sido el trabajo de documentación en los archivos?

– Gracias a la digitalización es más fácil, aunque he tenido que desplazarme a los archivos militares de Ávila y Segovia. También he trabajado con el Archivo de Responsabilidades Civiles de Pamplona y en el Archivo Histórico General.

– Afirma que no ha buscado con este libro un ajuste de cuentas.

– La motivación es demostrar lo terrible que es levantar muros y hacer procesos políticos de polarización. La República fue recibida en 1931 con un enorme apoyo de la opinión pública, pero en lugar de hacer un sistema inclusivo, los dirigentes republicanos más extremistas –desde Azaña a Largo Caballero–, dividieron a la sociedad y practicaron la exclusión. Esto llevó a la Revolución de 1934, un levantamiento de izquierdas contra la República, y después a un golpe de estado de los militares también contra la República.

– También asegura que es un simplismo dividir a aquella sociedad en «fascistas» y «rojos».

– Efectivamente. En el bando de los 'nacionales' había de todo: monárquicos, católicos sin partido, requetés, tradicionalistas, republicanos de derechas –como los que venían del partido de Lerroux–... Y en el de los que defendieron la República no eran lo mismo los socialistas moderados que los revolucionarios, los comunistas o los anarquistas. El simplismo de 'rojos' y 'fascistas' sirvió para la polarización y en el frente militar, pero no describía la variedad de opiniones que había en España en 1936.

– ¿Cómo era el San Sebastián de los días previos al golpe de estado?

– Era una ciudad feliz, ajena a la inquietud que se vivía en Madrid y en otras ciudades españolas. Sin duda, había tensiones porque el funeral por Calvo Sotelo acabó en disparos, pero se vivía con una perspectiva de tres meses de verano por delante. Estaba la ciudad repleta de turistas ingleses, estadounidenses y franceses. La preocupación principal de las autoridades donostiarras era que no hubiera alteraciones del orden público porque el verano era fundamental para una ciudad que ejercía de lugar de veraneo de la aristocracia, grandes empresarios y embajadores. Era la segunda capital política del país. San Sebastián en esos 57 días padeció una situación revolucionaria muy violenta y, por otro lado, tuvo una influencia decisiva en el pacto de no intervención europea.

Un veraneo de muerte– ¿Hubo 'excesos represivos' tras la caída en septiembre de la ciudad'? Huyó la mitad de la población...

– Los 57 días de Guerra Civil y de dominio revolucionario son un trasunto de lo que luego pasó durante dos años en el resto de España en el sentido de que hubo una sublevación militar fallida, una ocupación del poder por parte de los comités milicianos, un avance militar de las fuerzas que venían de Navarra y finalmente, una división en el Frente Popular porque había diversas tendencias y no un mando único. Al final, tenemos un exilio masivo hacia Bilbao o Francia. Eso se reproduce luego en el resto de España.

– ¿Pero se cometieron 'excesos' a partir de septiembre?

– Efectivamente, el general Mola nombró alcalde a José Mújica, que era un liberal y que estuvo en el cargo cuatro meses. Parece ser que los choques con las autoridades militares que se excedieron con la represión le llevó a dimitir, lo cual demuestra que en el fragor del frente militar hubo sin duda excesos.

– Usted cifra en más de 450 los ejecutados en Gipuzkoa durante los 57 días de dominio republicano.

– Eso, en la provincia y luego está la de San Sebastián, que es de 252. En los apéndices del libro viene la relación nominal. Lo que es llamativo es que José Manuel Aizpurua, ejecutado en septiembre de 1936, no aparece en la lista, al igual que Javier Pradera Ortega, letrado del Ayuntamiento de San Sebastián. Hubo muchísimos que fueron vilmente asesinados en esos 57 días simplemente porque sospechaban que habían votado a la derecha.

– Cuenta el caso de un señor de Murcia que pescaba en el Paseo Nuevo.

– El primer día de la sublevación militar se generó un clima de histeria colectiva en San Sebastián y un abogado de Murcia que estaba pescando con caña en el Paseo Nuevo fue acusado de hacer señales a los barcos de Franco para que bombardearan cerca del María Cristina, cuando éste aún no había llegado a Marruecos, ni tenía la flota preparada para nada. Esa historia la cuenta el encargado del cementerio de Polloe.

– ¿Queda más por investigar sobre estos 57 días?

– Es un libro bastante completo, pero a diferencia de lo que dicen los historiadores de la Memoria Histórica que generan una verdad oficial, la Historia está siempre pendiente del paso del tiempo, que da otra perspectiva, y de la aparición de nuevos documentos o testimonios. En Historia no hay nada definitivo, excepto los hechos: que hubo una sublevación militar, que hubo una situación de represión... Eso es incontrovertible, pero siempre se pueden matizar o ampliar.

Entrevista realizada por Alberto Moyano, periodista en la sección de Cultura. Fuente: El Diario Vasco.

Madrid. Nov-Dic de 1936 (Fotografía: Robert Capa)
Madrid. Nov-Dic de 1936 (Fotografía: Robert Capa)

De entre todos los fotógrafos que cubrieron la Guerra Civil, Robert Capa tuvo un lugar destacado entre todos ellos. Sus imágenes son capaces de mostrar el horror de la guerra y los padecimientos que sufrieron los combatientes de forma incruenta. La que aquí se muestra refleja ese momento íntimo del soldado escribiendo a sus seres queridos.

Traigo a colación esta fotografía porque el escritor Pérez-Reverte ha ido un poco más allá y ha dado un paso al frente para crear un espacio donde tuvieran cabida todos los combatientes sin importar en qué bando lucharon. Sin odio ni resentimiento. Historias personales por encima de ideologías.

El propio escritor lo explica en su introducción:

«La idea surgió una tarde, cuando, comentando en Twitter mi novela Línea de fuego con los amigos, éstos empezaron a mandar de forma espontánea retratos y recuerdos de sus padres, abuelos y familiares que habían combatido en los frentes de batalla de la Guerra Civil. Reunimos así en pocas horas, entre todos, un conmovedor álbum de familia, de comentarios y documentos gráficos que, pensé entonces, sería una lástima que se perdiesen a los pocos días en el caudal cambiante y confuso de las redes sociales. Por eso se me ocurrió buscarles un espacio estable; un lugar donde tan extraordinarios testimonios quedasen expuestos y pudieran ser consultados, y donde se les pudieran ir añadiendo otros. Quise que así, entre todos, sin distinción de bandos ni ideologías, creásemos el álbum de nuestros abuelos: un lugar de paz donde hacer simbólicamente posible la reconciliación entre españoles que, sin duda, todos ellos desearon. Un lugar donde los antiguos contendientes, aquella extraordinaria juventud que tan amargamente se quemó en trincheras y combates, puedan ser recordados con respeto, honor y emoción. Rostros queridos que va no están entre nosotros. Por eso los invito a sumarse a esta iniciativa que pretende ser un homenaje a su memoria. Que en realidad es nuestra propia memoria.»

Ver Álbum Línea de Fuego.

Escena de mercado
Escena de mercado

Kati Horna, húngara de nacimiento y mexicana de adopción, viaja a España en 1936 con una mochila que contenía su cámara Rolleiflex y sus ideales anarquistas. Inicialmente le fue encargada, por parte de la CNT, la tarea de retratar la vida en los pueblos colectivizados de Aragón y después viaja a Barcelona y Valencia.

Posteriormente, recorre buena parte de la geografía de nuestro país documentando la guerra civil y trabaja para distintas publicaciones republicanas como Tierra y libertad, Tiempos nuevos, Mujeres libres y Umbral: semanario de la Nueva Era. En la esta última conoce a quien se convertiría en su marido, José Horna. Éste es detenido por los «nacionales» y Kati le ayuda a escapar a París. En la huida lleva consigo los negativos de sus fotografías que guarda celosamente hasta el año 1979 (con la democracia ya establecida en España), fecha en la que decide ponerlos a disposición del Ministerio de Cultura.

Este verano volvió a la actualidad porque la historiadora del arte Almudena Rubio encontró en el Instituto Internacional de Historia Social (IIHS), con sede en Ámsterdam, el resto del trabajo que realizó aquellos años y que se creía perdido. Con ocasión de este descubrimiento, El País le ha dedicado dos artículos:

Sus fotografías pueden verse en el Centro Documental de la Memoria Histórica: Archivo fotográfico de Kati Horna (Introducción - Imágenes).

Pedro Archilla: calle Alfonso (Zaragoza). 1900.
Pedro Archilla: calle Alfonso (Zaragoza). 1900.

Archivo que recoge más de 300 fotografías de la primera mitad del siglo XX que reflejan el estado de devastación en que quedaron algunos lugares de España, especialmente la Catedral de Sigüenza, tras la toma de la ciudad por las tropas franquistas durante la Guerra Civil española.

Las fotografías pertenecen a Pedro Archilla, doctor en Ciencias Físico-Matemáticas, cuya familia donó al Ministerio de Educación los derechos de reproducción de las mismas con fines educativos.

El archivo fotográfico organiza las imágenes por lugares, temas (monumentos, paisajes, tradiciones populares…) y año de realización, y se proporciona al usuario un buscador por palabra clave para facilitar su labor de investigación.

Se trata de un recurso muy útil para conocer, a través de una simple mirada, parte de la historia de España; en concreto, la relacionada con la Guerra Civil y el estado en que quedaron algunos monumentos.

El Guernica y su historia a un clic

Repensar Guernica es una página web basada en una investigación de más de dos años,  que recopila y presenta materiales relacionados con el cuadro que Pablo Picasso realizó para el Pabellón de España en la Exposición Internacional de París de 1937, y que actualmente se conserva en el Museo Reina Sofía.

Esta iniciativa, por tanto, constituye una herramienta de conocimiento abierta, en continua evolución, que se enriquece progresivamente con nuevos documentos. Concebido como un archivo de archivos, Repensar Guernica está compuesto por alrededor de 2000 mil documentos procedentes de 120 archivos públicos y privados, instituciones y agencias nacionales e internacionales.

En Repensar Guernica ocupa un lugar destacado el estudio de Guernica en gigapíxel. De la mano de las últimas tecnologías aplicadas al conocimiento,  análisis y conservación del patrimonio artístico, este estudio agrupa y gestiona un gran número de imágenes tomadas del cuadro, tanto de la superficie pictórica como de la parte trasera y del bastidor.

Esta página web es fruto de la colaboración entre diferentes profesionales y está desarrollada por el Área de Colecciones, el Departamento de Conservación y Restauración y el departamento de Programas Virtuales del Museo Reina Sofía.

https://guernica.museoreinasofia.es/

80 años del Guernica

El 4 de junio de 1937, hace 80 años, en su estudio del 7 de la Rue des Grands Augustins de París, Pablo Picasso aplicaba los últimos toques de pintura industrial marca Ripolín al Guernica. Ponía fin así el genio malagueño al proceso creativo de uno de los cuadros más importantes de la historia del arte, no solo por su poderío plástico sino también por una irremediable vocación simbólica –la de espejo deformado del bombardeo de Guernica- que lo convertiría en icono perenne a través de generaciones.

EL PAÍS Vídeo ha realizado El día que Picasso firmó el Guernica, un programa de televisión presentado por Carlos de Vega donde desfilan algunas de las personas que vivieron de cerca el proceso del viaje español del cuadro hasta su instalación en el Casón del Buen Retiro, primero (1981) y su posterior traslado al Reina Sofía (1992). Es el caso de Álvaro Martínez-Novillo, subdirector general de Artes Plásticas entre 1979 y 1982 y Santiago de Torres, que en 1992 era subsecretario de Cultura.

Grabado en la sala donde se expone la obra de Picasso, el espacio de más de una hora de duración, cuenta además con la participación de María de Corral, directora del museo cuando llegó la pintura en 1992 y de Manuel Borja-Villel, actual director del centro. Los artistas Cristina Lucas y Fernando Sánchez Castillo aportan un acercamiento estético y simbólico al cuadro. El espacio incluye, además, las actuaciones musicales en directo –con el Guernica como telón de fondo- de Leiva (Vis a vis) y de la cantaora de flamenco Rocío Márquez (Firmamento).

Fuente: El País.

Enlace relacionado: Piedad y terror en Picasso. El camino a Guernica.

El exalcalde de Villanueva del Pardillo, Carlos Hipólito.
Carlos Hipólito.

Historias del siglo pasado que aún levantan odios... una pena que no seamos capaces de reconocer la valentía y el honor de las personas sin importarnos su ideología.

Villanueva del Pardillo se niega a dar el nombre de una calle al exalcalde Carlos Hipólito, que salvó a decenas de vecinos de ser asesinados durante los primeros meses de la Guerra Civil: El héroe olvidado.

Incierta gloriaNo recuerdo el periódico, revista o sitio web donde leí la reseña de la novela "Incierta gloria" de Joan Sales pero debió impresionarme. Solo así se explica que, olvidando ensayos y libros de historia, me dispusiera a leer una novela. En realidad no es tal sino un retrato histórico (y personal) de ese conflicto que damos por llamar "guerra civil española" desde el punto de vista de los perdedores. Catolicismo, comunismo, anarquismo,... todo será analizado y destilado a través de las cartas y la voces de sus principales personajes: Luis (un soldado republicano), Trini (anarquista convertida al catolicismo), Cruells (seminarista y soldado) y Solerás (excéntrico es decir poco sobre él).

La narración nos lleva de Barcelona al frente de Aragón y de nuevo a la retaguardia en un movimiento pendular que abarca desde diciembre de 1936 hasta el derrumbe del frente del Ebro en 1938. Dos años que marcaron el fin de un sueño y el inicio de una pesadilla que duró cuarenta años.

Una gran obra desde la primera hasta la última palabra.

Ya hemos hablado  con anterioridad de por qué considero culpable a Garzón en el caso seguido contra él por los crímenes del franquismo, y mantengo mi postura inicial. También critiqué la postura del fiscal por no considerar genocidio tales hechos. Por último, abogué por una actuación más decidida de la Administración en la búsqueda de los miles de hombres y mujeres que aún moran en fosas comunes. Puede parecer contradictorio pero estoy seguro de que lo entenderán tras la lectura de Garzón y la Memoria Histórica y La ceremonia de la confusión.

De hecho, el propio juez arguyó lo mismo cuando una asociación presentó una querella por la "saca" de Paracuellos: "... los preceptos jurídicos alegados son inaplicables en el tiempo y en el espacio, en el fondo y en la forma, a los que se relatan en el escrito y su cita quebranta absolutamente las normas más elementales de retroactividad (Art. 9.3 de la Constitución Española) y tipicidad (Art. 1 del Código Penal)" (Auto de 16/DIC/1998).

Estableció, por tanto, que no se podía acusar de genocidio a los responsables de la matanza de Paracuellos porque tal delito no estaba tipificado en el Código Penal vigente durante la II República.

Unos años más tarde admitió a trámite varias querellas por hechos semejantes pero esta vez los acusados no eran los republicanos sino los franquistas. La respuesta debió ser exactamente la misma y declararse incompetente pues no podía juzgar a los responsables de delitos de lesa humanidad sin quebrantar las normas de retroactividad y tipicidad. El caso debió ir a parar a uno u otro juez en función del lugar donde se hubieran cometido los delitos (asesinato, detención ilegal,...). Sin embargo, creyó estar por encima de la ley y se declaró competente.

Ayer, el sindicato de extrema derecha "Manos Limpias" consiguió, pese a las protestas de la defensa, que se leyera el mencionado auto. Se trata de una prueba casi definitiva contra Garzón que cometió el error de rechazar la primera querella sin entrar en el fondo del asunto. Le hubiera bastado alegar que los asesinatos de Paracuellos no podían tipificarse como de lesa humanidad para que la acusación no dispusiera ahora de una puntilla con la que descabellarle.

Están convirtiendo la desgracia, el horror y la tragedia en un mal chiste. Se me revuelve el estómago solo de pensar que alguien pueda hacer una gracia sobre el goce de una mujer violada y quedarse tan tranquilo, más aún si es una mujer la "graciosa". ¿Se imaginan ustedes lo que hubiera ocurrido si fuera un hombre el responsable de tal comentario? Pues que ahora mismo sus testículos adornarían la sala de trofeos de las mujeres —y esperaría, por cierto, que en lugar bien visible—.

México. Por Almudena Grandes (EL PAÍS, 24/11/08):

Nota: el artículo hace referencia a la iniciativa de Bono de colocar una placa de homenaje a María Maravillas de Jesús Pidal y Chico de Guzmán, monja perseguida en la Guerra Civil. La frase atribuida a la madre Maravillas —en cursiva en el texto— es en realidad de San Juan de la Cruz — Avisos Espirituales— y no hace referencia a las monjas sino al alma. La negrita es mía.

Un tribunal ha constatado la muerte de Franco. Qué risa, dicen algunos. Yo prefiero reírme de otras cosas. "Déjate mandar. Déjate sujetar y despreciar. Y serás perfecta". Parece un contrato sadomasoquista, pero es un consejo de la madre Maravillas. ¿Imaginan el goce que sentiría al caer en manos de una patrulla de milicianos jóvenes, armados y -¡mmm!- sudorosos? En 1974, al morir en su cama, recordaría con placer inefable aquel intenso desprecio, fuente de la suprema perfección. Que la desbeatifiquen, por favor. A cambio, pueden beatificar a Bono, porque la pequeña vanidad de su implante capilar es pecado venial frente a tamaña perversión. Seguir leyendo ...