Reciclar

Kamikatsu Zero Waste Center
Al plasmar la identidad del pueblo en la arquitectura, permite a sus habitantes sentirse orgullosos de su forma de vida — Hiroshi Nakamura, arquitecto y diseñador del Kamikatsu Zero Waste Center.
En las montañas de la isla japonesa de Shikoku, un pueblo de unos 1.500 habitantes emprende un ambicioso camino hacia una vida sin residuos (Michelle Ye Hee Lee)

Enclavado en las montañas de la isla japonesa de Shikoku, un pueblo de unos 1.500 habitantes ha emprendido un ambicioso camino hacia una vida sin residuos.

En 2003, Kamikatsu se convirtió en el primer municipio de Japón en hacer una declaración de cero residuos. Desde entonces, la ciudad ha transformado sus prácticas de quema al aire libre para la eliminación de residuos en un sistema de comprar, consumir y desechar con el objetivo de alcanzar la neutralidad de carbono. Ahora, la ciudad calcula que está a más del 80% de alcanzar ese objetivo en 2030.

Pero incluso para una ciudad de su tamaño, la neutralidad en carbono y residuos es un listón muy alto. Y con más de la mitad de sus habitantes mayores de 65 años, la comunidad rural se está reduciendo rápidamente. La ciudad está trabajando con los fabricantes para animarles a utilizar más materiales reciclables, lo que ayudaría a reducir los residuos y la quema.

Aun así, Kamikatsu y sus habitantes tienen mucho que enseñar sobre cómo vivir de forma más sostenible, y muchas de las medidas que han adoptado podrían ampliarse a ciudades más grandes. Seguir leyendo ...

Desde que se prohibió en 2006 tirar los neumáticos a los vertederos y se fijó su correcta gestión ambiental, todos los años, miles de toneladas, son reciclados y tratados. Sin embargo, no todos acaban en las carreteras, los campos de fútbol o como combustible. Ángel Cañas convierte esos residuos en esculturas.

Así explica el artista su forma de trabajar: el proceso comienza con una estructura sencilla y consistente sobre el que se van atornillando las tiras de neumático previamente cortadas, dando forma a la escultura a medida que se van incorporando (en una escultura mediana se pueden emplear alrededor de 1500 tornillos). En ocasiones para aportar durabilidad a la obra empleo espumas de poliuretano para rellenar los huecos que se forman en el proceso, de esta forma la escultura no es solamente consistente, si no que también queda preparada para estar a la intemperie y que no se filtre agua de lluvia etc. Para realizar ciertas partes como los ojos utilizo piezas de reciclaje como tapones de envases.

Podéis ver su trabajo en http://www.angelcanas.com/