Reino Unido

Ryan Stalker, “Ocean Drifter”. British Wildlife Photographer of the Year 2024.
Ryan Stalker, “Ocean Drifter”. British Wildlife Photographer of the Year 2024.

La fotografía ganadora fue tomada en Dorset (Inglaterra) por Ryan Stalker y en ella podemos observar un balón de fútbol al que se ha adherido un grupo de percebes. Es imposible saber donde se inicio el viaje y cuanto tiempo, quizá años, ha transcurrido hasta llegar a la costas inglesas.

Al acceder a la página donde se muestran los ganadores, fijaros en el nombre que le dan a nuestros sabrosos percebes: Goose barnacles (percebes ganso). Tal denominación procede de un mito del S. XII según el cual existían pequeños gansos que surgían de un árbol que crecía a orillas del mar. Los frutos del aquél eran conchas marinas donde los gansos estaban encerrados. Se liberaban cuando les salían las alas: unos salían volando y otros caían al mar.

En primer lugar, la victoria de los partidarios del Brexit, o lo que es lo mismo, la victoria del populismo y del racismo debe servir para impulsar la idea de "más Europa". Es cierto que la crisis económica y la falta de liderazgo han empujado con fuerza las velas de la demagogia no solo en el Reino Unido sino también en Francia, Italia, Austria y España. Eso debe cambiar. Los líderes europeos deben dar un puñetazo en la mesa y avanzar en materia financiera, impositiva, social, etc de forma rápida y decidida.

Por otra parte, cabe también una consideración acerca de las mayorías simples y su uso para la toma de decisiones que puedan tener consecuencias tan graves como la salida de la Unión Europea. Resoluciones tan trascendentales no pueden ni deben tomarse con tan solo un 51 % de los votos a favor. La democracia, por ejemplo, exige mayorías cualificadas para modificar determinados aspectos -los considerados fundamentales- de las Constituciones. ¿Por qué entonces una votación para salir de la Unión Europea no debe contar con un respaldo más claro?

Por último, los líderes europeos deben ser inflexibles en las negociaciones que se abren a partir de ahora para la salida del Reino Unido de la Unión Europea. Hay que tomar medidas drásticas para evitar el contagio. Entre ellas propongo romper los acuerdos comerciales y la vuelta a los aranceles para los productos del Reino Unido, imponer el visado, expulsar a los equipos de la isla de las competiciones europeas, apoyar a Escocia y hacerles saber que su ingreso en la Unión Europea sería automático en caso de que se independizaran, y cualesquiera otra medida que lance un mensaje nítido a los partidarios de abandonar la Unión Europea. Huir como ratas asustadizas del barco europeo no puede ni debe salir gratis. Setenta años de paz y prosperidad no pueden tirarse por la borda así sin más.

No se dejen ustedes engañar por el número de escaños obtenidos por unos y otros porque el sistema electoral no es proporcional, tal y como como pueden comprobar por la inexistente relación entre el número de votos y el número de escaños.

Resumido de forma breve: hay 646 circunscripciones que se corresponden a los 646 escaños de la Cámara de los Comunes y en cada una de ellas gana el candidato que más votos obtiene (mayoría simple a un sola vuelta). En realidad, la comparación con el año 2001 arroja pocas diferencias: la abstención en 2005 (57%) ha sido muy semejante a la de 2001 (59,3%). Es cierto que los laboristas pierden casi seis puntos porcentuales pero los conservadores tan apenas consiguen un ligero aumento (+0,51%) y son los liberales-demócratas los que más consiguen avanzar pues pasan del 18,84% al 22,7% de los votos válidos.

Más que la victoria o la derrota de unos u otros, me preocupa la elevada abstención, un fenómeno cada vez más común en Europa. ¿Han perdido los ciudadanos su fe en la democracia? ¿manifiestan así su desconfianza y descontento con sus dirigentes políticos? Probablemente.

Nota: Datos 2005 tomados de The Guardian a las 15:00 hora local en España.