Sin título, s.f.. Gelatino Bromuro de plata virado a sepia. 23,5 x 30,2 cm.
Colección Gabriel Cualladó–IVAM.
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Frank Meadow Sutclife nació cuando la daguerrotipia aún imperaba y murió cuando el Kodakchrome y el Agfacolor estaban ya en el mercado. Inició su trabajo en la técnica de los negativos al colodión húmedo y la mayor parte de su obra fue llevada a cabo con materiales de toma y de copia insensibles a la onda de los colores verde y rojo. Sus excepcionales negativos están realizados sobre soporte de vidrio y los positivos fueron obtenidos por los arcanos de los procedimientos de ennegrecimiento directo. Casi todas sus copias son exquisitas albúminas; platinos, carbones, gelatinas y colodiones de ennegrecimiento directo guardan, también memoria de sus registros.
En el encuadre apaisado, un hombre y tres bestias ocupan el centro de los dos primeros tercios de la imagen. La línea del horizonte, campo de labor y trabajo, permite ver algún árbol. La cotidiana soledad de quien vive de abrir la tierra no transmite el temor al granizo ni la ausencia de lluvias. Las luces más altas y las sombras más profundas mantienen su detalle. La variedad de tonos medios del cielo acumula nubes. Es muy probable que, nada en el encuadre, escape a la teatralización de una cuidada puesta en escena; a mí no me preocupa.
La composición, el cálculo de exposición y el control de la luz, magistralmente combinados, construyen el trampantojo común a toda fotografía: lograr que dos dimensiones sugieran la tercera. Una foto de canto es la descripción que hiciera Euclides de la línea.
Nota para los documentalistas: ignoramos los nombres que los cuatro hubieron de tener; sabemos, sin embargo, que, fuera de este encuadre, están ya muertos.
ANGEL MARIA FUENTES (Fuente: Catálogo de la exposición «Mirar al mundo otra vez. Galería Spectrum Sotos, 25 años de Fotografía)