Me pregunto si no deberíamos tañer al unísono todas las campanas de este sufrido país. Al menos así, los vacíos discursos de los políticos quedarían ahogados por el sonido de aquéllas. Un país corrompido hasta el tuétano, desarbolado socialmente por las reformas de los últimos años, dividido en taifas y con una juventud analfabeta por mor de un sistema educativo obsoleto no puede encarar una crisis como la actual. O ponemos boca abajo todo el sistema y vaciamos sus bolsillos o no saldremos indemnes.
Enlace permanente
Interesante y acertada reflexión sobre la situación de nuestro País.
Habría que empezar ya a repicar al unísono.
Un saludo.
Enlace permanente
Muy interesante reflexión, por el camino que vamos pronto repicarán las campanas.