La captura de saltamontes, un negocio ugandés

En lengua luganda, la palabra nsenene describe los saltamontes de cuernos largos que son la columna vertebral de una importante industria en Uganda. Estos insectos nocturnos son un crujiente manjar que se sirven hervidos o fritos, y se recolectan en grandes cantidades durante las estaciones lluviosas de mayo y noviembre. Un poético documental dirigido y producido por Michelle Coomber sigue a los lugareños mientras colocan precarias trampas y recogen hordas de grillos bajo el cielo nocturno.

Narrado por un cazador de saltamontes llamado Ibrah, "Nsenene" mira a través de la oscuridad y el humo de una hoguera cercana para iluminar el proceso de recolección. Los insectos se sienten atraídos por las brillantes luces que se encuentran alrededor de altos paneles de hierro, que aturden a los grillos y los hacen caer en los tambores abiertos de la base. "Añadimos humo para que la luz forme una lente en el cielo, y los saltamontes se emborrachan con el humo. Caen en los barriles como gotas de lluvia en un techo de hojalata", explica el narrador.

Pero los ruidosos grillos también están impregnados de tradición. "Hay muchas creencias, como que si una mujer embarazada los come, su hijo tendrá cabeza de saltamontes", dice Ibrah, cuya familia ha participado en la industria durante generaciones. "Algunas personas creen que provienen del agua de los lagos. Otros dicen que surgen del suelo como las hormigas. Yo creo que no son de este mundo".

Coomber ha cosechado múltiples premios por "Nsenene" en Raindance, el Festival de Cortometrajes de Sydney y el Festival de Cine de Fargo, por nombrar algunos, y puedes ver más trabajos suyos en su página web y en Vimeo.

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