Estoy seguro que muchos de ustedes se acuerdan de la cabaña de Tarzán, construida entre árboles y a una altura considerable. Pues bien, el arquitecto Luciano Pia ha querido ir más lejos y ha construido un bloque de pisos en Turin que cuenta con un bosque particular para uso y disfrute de sus vecinos.
Es un edificio vivo en el que sus 150 árboles no solo viven, crecen y respiran sino que crean un microclima natural en todas las estaciones del año. Además, producen oxígeno, absorben anhídrido carbónico, reducen la contaminación del aire y protegen del ruido.