La localidad de Cetina, situada entre Ariza y Alhama de Aragón, es famosa por dos asuntos bien distintos: Quevedo y su palacio, visible desde la autovía de Aragón, y la Contradanza, que se celebra durante la noche del 19 de mayo. Con la sola iluminación de las antorchas y la luna (si la hubiere), ocho contradanceros, con trajes negros y blancos que recuerdan esqueletos, y dirigidos en la danza por el constante movimiento del «diablo», van componiendo diversas mudanzas, que terminan con una pantomima: la muerte (y resurrección) del diablo. El espectáculo, en honor del patrón san Juan Lorenzo, comienza a las once de la noche. Aunque la estructura actual es dieciochesca, hay restos de costumbres muy antiguas, que añaden interés a la belleza y hondura de esta admirable contradanza. El investigador cetinense Ibáñez Lacruz ha escrito varios y bien documentados libros sobre ella.
Texto y foto: José Verón Gormaz (Fuente: La Magia de Aragón, núm. 4, Abril-Mayo 2003).
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Me parese muy bonito ,sera una experiencia muy bonita,es marabilloso
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yo digo que es muy aburido