Si por algo nos caracterizamos los humanos, es por ir dejando nuestro rastro allí por donde pasamos. No solo provocamos graves alteraciones en el entorno sino que además abandonamos miles de estructuras que hemos construido nosotros mismos.
El fotógrafo Roman Robroek, que se define como Photographer of abandoned places, interiors, buildings, exteriors, cultural heritage and monuments, nos muestra esas estructuras con un toque tan artístico que sus fotografías casi parecen postales de navidad.
Podéis ver todo su trabajo en su sitio web o en Instagram (aquí explica con más detalle cada fotografía).