Siendo aún una cría, la loba Jara fue encontrarda abandonada en el campo y adoptada por una familia que cuidó de ella creyendo que se trataba de un perro. Conforme iba creciendo, fueron observando que era más arisca y agresiva que un perro lo que despertó sus sospechas. Finalmente, se dieron cuenta de que era una loba. Ante tal descubrimiento, optaron por llevarlo al Centro de Recepción de Fauna de Villaralbo donde la abandonaron dejando una nota. De allí fue trasladada al Centro del Lobo Ibérico de Castilla y León, un complejo ubicado en la localidad de Robledo (Puebla de Sanabria, Zamora).
El pasado 14 de mayo dio un paso más por su senda biológica y parió tres cachorros, un acontecimiento que fue grabado por las cámaras del mencionado centro: