La Ruta del Silencio - Guara de Este a Oeste

ETAPA 4: RODELLAR - NOCITO

	Dificultad	Media (larga duración)
	Tiempos	10 horas
	Desniveles	Rodellar, 765 m – Dolmen de Nasarre, 1100 m, Nasarre, 1175 m – Bara, 935 m – Los Fenales, 1600 m – Nocito, 921 m
	Agua	Llevarla desde el inicio.
	Punto de partida	Rodellar
	Punto de llegada	Nocito
	Lugares de interés	Todo el recorrido es interesante.

Partiendo de la plaza mayor de Rodellar, conocida en la población como Plaza de Los Estalentaus (valientes), nos dirigiremos al barrio de La Honguera. Al poco de iniciar el camino que nos llevaría a la ermita de la Virgen del Castillo, veremos a la izquierda un cartel indicador de “Parque Natural de los Cañones y la Sierra de Guara”, justamente al lado comienza una senda que descendiendo con gran pendiente nos hace llegar al cauce del río Mascún, en la zona conocida como los Ventanales. Cruzando el cauce del río, normalmente con exiguo caudal, nos dirigiremos aguas arriba por la orilla derecha orográfica hasta un punto donde debemos de cambiar de orilla. Cruzado el cauce veremos la bonita surgencia del Mascún, manantial perenne que rinde tributo al menguado cauce del río. Unos metros más arriba y al lado contrario al de la surgencia, un gran mojón de piedras nos indica el comienzo del barranco de Andrebot. La zigzagueante senda comienza a tomar altura, encajonada entre las paredes del barranco, pronto veremos a nuestra derecha la cueva de Andrebót. Esta cavidad carece de interés espeleológico por tener unas dimensiones y desarrollos muy reducidos, excepción hecha de la boca que es de grandes dimensiones. No obstante, como curiosidad y puesto que está al lado del camino, no está de más hacerle una visita.

Sigue la senda ganando altura hasta llegar a un pequeño valle conocido como Vallejo de los Moros, lugar en el que comienza una intransitable pista (de petroleros) que deberemos tomar. En el vallejo de los Moros nos llamará poderosamente la atención la existencia un corral para ganado, practicado en el lateral de una pared rocosa y delimitado por una valla de piedra. Este lugar es uno de esos que existe en la Sierra y que se considera como mágico, pues el ambiente es calmo y todo nos conduce a la paz interior. Siguiendo por la pista y un poco más adelante, nos toparemos con el bien conservado dolmen de la Losa de la Mora o dolmen de Nasarre. Se trata de un monumento megalítico excavado en su tiempo y que no aportó datos ni materiales de significado interés para la ciencia. Sobrepasado el dolmen, el primer desvío que encontramos a la derecha conduce a la abandonada población de Otín; nosotros seguiremos por la pista estando atentos para ver un mojón a nuestra izquierda que indica el comienzo de la senda que nos llevará hasta la abandonada y arruinada población de Nasarre. El camino discurre por un llano y aridísimo terreno, dejando a la izquierda la recortada silueta de las alturas de Sierra Lupera. Pronto veremos en el horizonte la población de Nasarre y en primer término la interesante iglesia parroquial declarada monumento nacional y recientemente restaurada por Prames y el gobierno de Aragón. Nasarre cuenta con escasas edificaciones y todas ellas derruidas a causa del abandono y de las inclemencias del tiempo, excepción hecha de su parroquia que trataremos en otro momento. Todavía queda alguna puerta en pié de alguna casa, destacando las piedras claves donde se pueden ver interesantes dibujos y ornamentos.

Visitadas las exiguas ruinas, nos asomaremos a la cara noroeste de la población desde donde se divisa la ya cercana población de Bara y comienza una pista en muy mal estado, no apta para la circulación de vehículos de cuatro ruedas. Descendiendo sin prisas pronto llegaremos al llano y a la orilla del río Alcanadre que deberemos cruzar haciendo uso del puente que existe al efecto para alcanzar el abigarrado casco urbano de Bara. Este pueblo estuvo al borde de la despoblación pues solo quedó una casa habitada en la década de los años 80 (casa del molinero). No obstante, en los últimos tiempos se ha procedido a la restauración de varias antiguas casonas que se utilizan como segunda residencia y lugar de vacaciones. Bara está formada por dos barrios bien delimitados y separados por unas bonitas praderas, destacando en la parte alta y separada de los dos barrios, la parroquia de estilo románico y de gran interés. Todo el pueblo denota la importancia que en otro tiempo tubo, destacando tres grandes casas y sobre todo el bonito molino harinero que se encuentra aguas arriba del pueblo. Todos estos temas los trataremos en otra excursión que más adelante describiremos.

Desde Bara comenzaremos a andar por la pista que une esta localidad con Nocito, en clara dirección Oeste. Como a 2.5 Km. de la población, la pista cruza el cauce del barranco de Used y justamente en este lugar comienza una senda que en pronunciado ascenso conecta con la pista que bajando de Cupierlo nos hace llegar a los Fenales de Guara. La pista llanea por un terreno herboso donde llama poderosamente la atención, unos enormes hoyos (dolinas), alguna que otra caseta de perfecta factura y grandes dimensiones (Caseta de Campoalla, Caseta de Luis) y sobre todo bonitas parcelaciones de terreno donde el material para delimitarlas, es boj vivo. Pronto veremos el refugio forestal o Caseta de los Fenales, propiedad del ICONA y actualmente abandonada.

La pista asciende suavemente, una vez sobrepasado el refugio de los Fenales y gira bruscamente a la derecha. Comienza a descender delimitada ahora por un bosque de pinos silvestres hasta girar de nuevo a la izquierda, desembocando en unos baldíos campos de cultivo llamados Pardina Zamora. En ellos todavía es posible ver los restos de la ermita románica de Can de Used. Pronto la pista desemboca en la principal que une Bara con Nocito a la altura de Used.

Seguiremos por la pista principal en dirección Oeste hacía Nocito estando atentos al cartel indicador del santuario de San Úrbez a la derecha del camino. Nos desviaremos un poco del itinerario pero se hace necesaria la visita al patrón de la Sierra de Guara y gran parte del pirineo. Se trata de un Santuario de grandes dimensiones, enfrente del cual, existe una charca y una fuente que al decir de los vecinos resulta un agua medicinal. Todos los años se realiza una romería en honor al patrón de estas tierras. En los aledaños del lugar, existe otra ermita y un edificio recientemente restaurado y que parece ser un albergue de franceses. Resultan realmente notables una serie de quejigos que existe en las inmediaciones, pues sus proporciones son enormes. Una vez visitado san Úrbez, desandaremos el camino y volveremos a la pista principal. Justamente donde empalma, una senda señalizada, da comienzo y nos sirve para llegar a la típica y conocida capital del valle: Nocito.

Fuente imágenes: http://rodellar.blogspot.com.es/ :: http://www.cejm.org/ :: http://elenabru.blogspot.com.es/ :: http://lasierradeguaramiperroyyo.wordpress.com :: http://viajesyrutasdesenderismo.blogspot.com.es/ :: http://www.castillodeloarre.org/ :: http://oriol-mtb.blogspot.com.es/ :: manuelprejubilado.blogspot.com.es :: http://el-periplo-aragones.blogspot.com.es/ ::

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