Intentar clasificar a Madge Gill (1882–1961) dentro de una corriente artística es imposible. Desarrolló su arte al margen de las corrientes oficiales de la época en un proceso creativo esotérico que surgía de su interior, y utilizando materiales y técnicas inéditas. Comenzó su carrera artística a los 38 años, tal vez intentando dejar atrás una vida de sufrimiento y sinsabores.
Rosie Murdoch nos cuenta su historia en Artistic apparitions: the spirited works of Madge Gill.