La Cumbre de Río de Janeiro en 1992 fue el inicio de una nueva etapa para el medio ambiente. A partir de ese momento, la concienciación de los efectos de las actividades humanas sobre la vida en la Tierra se hicieron evidentes y surgieron numerosos proyectos encaminados a buscar modelos de desarrollo más acordes con las capacidades de nuestro planeta.
Una de las iniciativas que nacieron en ese momento, y que ha tenido mayor éxito a nivel nacional, ha sido CONAMA, el Congreso Nacional del Medio Ambiente, surgido como un proyecto integrador que incluyera varios aspectos de temática ambiental para ser tratados desde diferentes vertientes como la económica, la social, la científica, la cultural, etc. [Vía Ecotropía].