Pablo Picasso: La señora Canals

Pablo Picasso (1881-1973): La señora Canals, 1905.Pablo Picasso (1881-1973): La señora Canals, 1905.
Óleo sobre lienzo, 88 x 68 cm.
Inscripción en la parte superior derecha: «Picasso».
Barcelona, Museu Picasso, 4266.


Representa a la modelo italiana Benedetta Bianco Coletta (Cervaro, Italia, 1870 ó 1871-Barcelona, 1958), compañera del pintor Ricardo Canals (1876-1931), buen amigo de Picasso, con quien coincidió en París en 1905. Antigua modelo de Degas, había posado también para el Monumento a los muertos del escultor Paul-Albert Bartolomé (1848-1928), hoy en el cementerio Pére-Lachaise de París. Canals la conoció en 1900 y se casó con ella en 1906, año en el que volvió a Barcelona. Mujer de gran belleza, alegre, apasionada y de carácter decidido, fue modelo también de su marido en numerosas obras. Fernande Olivier, que se refiere a ella como «la belle Romaine» y que vivió con ella y Canals en el Bateau-La-voir, relata en su Picasso et ses amis que se esforzaba en preparar comida, habitualmente macarrones, para todos los amigos, en su mayoría españoles, que aparecían en el estudio de Canals. Benedetta, que debía de ser dominante, empujaba a su marido al trabajo y sólo le permitía un cigarrillo en cada descanso. A veces, Fernande y Benedetta se recostaban en el diván mientras los artistas, discutían de pintura y admiraban su belleza. Canals había pintado a ambas en su obra de 1902 Un palco en los toros, realizada para el banquero Ivo Bosch. Se achacó a Benedetta que ejerciera una fuerte influencia sobre Canals para que éste realizara una pintura complaciente con la burguesía, lo que le alejó de la renovación artística de sus primeras obras.

Canals había conocido a Picasso en la época de Els Quatre Gats en Barcelona. En París no sólo fue vecino y amigo de Picasso, sino que le enseñó a perfeccionar el aguafuerte. Testimonio de la proximidad de ambos artistas en esa época son, además de esta obra, los tres retratos del hijo mayor de Canals, Octavio, dibujados por Picasso, y el retrato fotográfico realizado por Picasso de Ricardo Canals (seguramente con un aparato propiedad de éste), en el que se las ingenió para que el espejo devolviera su propia imagen en el momento de representar a su modelo, al lado de un retrato fotográfico de Benedetta. La pintura, realizada para Canals, pasó al coleccionista catalán Luis Plandiura, que la adquirió después de mucha insistencia.

A Picasso debieron atraerle el equilibrio y la pureza de facciones de la modelo, cuya cabeza recuerda la elegancia de Ingres. De todos modos, la españolizó con la mantilla negra, que enmarca la cabeza y el escote. Es en la resolución de esta prenda donde aparece el tratamiento suelto, de tradición goyesca, sobre el vestido ocre apenas abocetado. La entonación casi monocroma, con la única nota de color de la malva que adorna el cabello, era característica del retrato español en los años de formación de Picasso, y también del retrato del Siglo de Oro. En contraste con el color oscuro de la mantilla resaltan las calidades claras del rostro. Su contención expresiva, el cuidado en el dibujo y la solidez del volumen de la cabeza evocan a los artistas del Renacimiento flamenco, aunque también se ha señalado una relación con la Dama del abanico, de Velázquez. Este retrato, pintado en la época rosa pero en un momento de replanteamiento de su obra por parte de Picasso, tiene algo de intemporal, y no es extraño que preceda a pinturas de marcado carácter clasicista o mediterráneo.

Fuente texto: Catálogo exposición El retrato español. Del Greco a Picasso.

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