
Corrían tiempos difíciles pero los españoles fuimos capaces de mirar al futuro y embarcarnos en la nave de la democracia. Hoy en día, nacionalistas, populistas y corruptos pretenden hundirla. Imposible pronosticar cuál será el destino de este país. Treinta y siete años más tarde, todo indica que otro gran pacto es necesario para evitar la tragedia.