Bien desde Aísa (que conserva hermosos rincones), bien desde Borau (con un camposanto adyacente a la iglesia) —ambas en la comarca de La Jacetania— se puede acceder por carretera a la Ermita de San Adrián de Sasau, joya del Románico que data del siglo XI. En su esplendor tuvo monasterio y claustro, hoy día cubiertos por los propios derrubios del río Lubierre y se dice que guardó el Santo Grial. Su importancia no se reduce a lo artístico ya que Sasabe fue la primera sede del condado de Aragón. Hacia 1070 se produce el traslado de la mitra a Jaca, convertida ésta en capital del incipiente Reino de Aragón.
Si la vuelta la hacemos en dirección a la Nacional 330, en el collado podremos contemplar una estupenda panorámica del valle del río Aragón con Collarada al fondo.
Fotografías: Miguel Moliné.