Una nueva misión de NASA se dirige al espacio con el propósito de estudiar los restos de algunas explosiones de supernovas demasiado cercanas: [...] Los investigadores estiman (con una incertidumbre considerable) que una supernova situada a menos de 25 años luz de nuestro Planeta podría extinguir una gran parte de la vida en la Tierra. El estallido no tendría que incinerar a todo nuestro planeta. Sólo se necesitarían suficientes rayos cósmicos para destruir la capa de ozono y dejar pasar dosis letales de radiación ultravioleta (UV). Nuestros ancestros sobrevivieron los estallidos del Plioceno, sólo porque las supernovas no estaban tan cerca [Seguir leyendo en el sitio de la NASA].