Aunque la selva tropical del Parque Nacional de Lopé, en el centro de Gabón, es uno de los últimos refugios seguros para el elefante africano del bosque, en peligro crítico de extinción, los científicos alertan de que el cambio climático está alterando la producción de árboles frutales, una fuente de alimento fundamental para muchos mamíferos. La investigación reveló una disminución significativa de la condición corporal de los elefantes de bosque debido a un asombroso descenso del 81% en la producción de fruta en los bosques de Lopé durante los últimos 30 años.
La escasez de fruta en uno de los últimos bastiones de los elefantes de bosque africanos debería suscitar preocupación sobre la capacidad de superviviencia a largo plazo de esta especie y de otras megafaunas dependientes de la fruta, con posibles consecuencias para el funcionamiento más amplio del ecosistema y la biosfera. Esta historia es un recordatorio de que, incluso allí donde la presión humana directa es baja, las comunidades vegetales y animales pueden no estar protegidas de las sigilosas influencias del Antropoceno. Una historia que Jasper Doest ha plasmado en una serie de fotografías.