Un lugar, una imagen: Plaza del Castillo (Varsovia)

Foto: Miguel Moliné. Localización: Plaza del Castillo, Varsovia (Polonia). - Fecha: 8 de septiembre de 2015 - Cámara: Nikon D80 - Distancia focal (DX): 18 mm - Diafragma: f/9 - Velocidad de obturación: 1/125s - Sensibilidad ISO: 200.
Foto: Miguel Moliné. Localización: Plaza del Castillo, Varsovia (Polonia). - Fecha: 8 de septiembre de 2015 - Cámara: Nikon D80 - Distancia focal (DX): 18 mm - Diafragma: f/9 - Velocidad de obturación: 1/125s - Sensibilidad ISO: 200.

Varsovia fue la ciudad que quedó más destruida tras el paso de la II Guerra Mundial. El 65 % de sus edificios (el 84 % en los barrios del margen izquierdo del río) fueron arrasados. Más de 20 millones de metros cúbicos de escombros cubrían la ciudad. De hecho el barrio más antiguo de Varsovia (Stare Miasto) fue completamente destruido y posteriormente vuelto a levantar con el mayor esmero posible dadas las carencias, algo que en 1980 le valió la declaración de Patrimonio de la Humanidad por la Unesco como ejemplo de reconstrucción casi total de una secuencia histórica que abarca desde el siglo XIII hasta el siglo XX.

En el verano de 1947, el arquitecto estadounidense Henry N. Cobb, junto a otros compañeros, visitaron Checoslovaquia y Polonia para estudiar los trabajos de reconstrucción tras la guerra. Varsovia fue uno de los destinos de de aquel grupo y Henry. durante su estancia en la capital polaca, tomó fotografías con una cámara de 35 mm con película Kodachrome. La reproducción cromática de las transparencias se ha conservado extraordinariamente bien, sin duda gracias a que las diapositivas montadas en cartulina se han guardado en un contenedor hermético.

A diferencia de otras ciudades, la destrucción completa de Varsovia no fue por bombardeo, sino que tuvo lugar de una manera fría y sistemática, manzana por manzana, por orden de Hitler, como represalia tras la sublevación espontánea de los habitantes de la ciudad en el denominado Levantamiento de Varsovia. Su reconstrucción se llevó a cabo en diversos grados de fidelidad e interpretación y con opciones críticas respecto a la estratificación de los monumentos y de la ciudad a través de la historia, llegando incluso a elegir hasta dónde se querían retroceder las agujas del reloj en la intervención. Más allá de cualquier consideración, la reconstrucción de Varsovia constituye un ejemplo de la tenacidad de un pueblo por aferrarse a la identidad construida que encarna su ciudad.

Desde 1944 (con la entrada del ejército soviético liberando la ciudad), hasta 1970, se produjo una completa recomposición de las trazas urbanas. De hecho, se pudieron identificar claramente las diversas ideologías coexistentes en el nuevo plan urbano teselando el puzzle urbano. Varsovia de Posguerra, la reconstrucción desde el dibujo de Canaletto y las apuestas socialistas pretende mostrar cómo el proceso de recomposición y reconstrucción urbana se “dibujó” desde las pinturas de Canaletto en el eje histórico de la ciudad. Partiendo del Stare Miasto hasta finalizar en el Palacio Stasic, enlace de Krakowskie Prszdmiescie con Nowy Swiat. La regeneración de la ciudad hizo cohabitar teorías conservacionistas con concepciones socialistas o ideas provenientes del movimiento moderno, y el carácter historicista se fundamentó en los grafismos recuperados tras la guerra. Junto a las trazas dibujadas por los arquitectos en la Posguerra formaron parte del entramado urbano y del sustento constructivo. La definición gráfica otorgada por las pinturas de Canaletto permitió abordar el camino de reconstrucción orientado a reproducir dichas imágenes desde la devastada Varsovia de Posguerra con el objetivo de recuperar la percepción de una capital polaca aún sumida en el estigma social que causó la Segunda Guerra Mundial.

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