
Todas las mañanas, este truhan y oportunista zorro ocupaba el alféizar de una ventana del edificio anejo a la casa rural La Calera. Tenía sus motivos pues allí se servían los desayunos y solo tenía que mostrar sus encantos para recibir su ración diaria. A pesar de su mirada inquisitiva, nunca sabremos si es consciente de la fragilidad de su mundo.
Desde luego, hace honor a la etimología de la palabra «alféizar», que proviene del ár. hisp. *alḥáyza, y este del ár. clás. ḥā'izah 'la que toma posesión'. Y no deja de ser curioso que utilicemos una palabra de origen árabe para describir un lugar que se encuentra a muy poca distancia de San Millán de la Cogolla, localidad donde podemos admirar el Monasterio de Yuso, cuna de la lengua española.