Las señales y los avisos de que Sudán del Sur estaba a punto de sufrir una hambruna eran muy claros. Las facciones rivales seguían, siguen, encerradas en su hostilidad, aunque su implacable afán de poder solo siembre una sensación de caos generalizada. He aquí la consecuencia: esta es una catástrofe provocada por el hombre. La guerra civil, la huida, la enfermedad y el hambre son la locura cotidiana en Sudán del Sur, un país que se muere.
La fotografía es Yann Arthus-Bertrand, un renombrado fotógrafo francés especializado en animales y en fotografía aérea.